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En 1872 se empieza la construcción de la capilla de Nuestra Señora de la Luz para las Hermanas de la orden de Loreto (Santa Fe, Nuevo México, Estados Unidos), pero el obispo encargado, Juan Bautista Lamy, muere de neumonía en 1888, antes de que se pudiera terminar.
Uno de los elementos más importantes que quedaron pendientes en la capilla gótica fue la manera para que las hermanas pudieran llegar a la galería del coro de la capilla. Aunque podían utilizar una simple escalera para llegar, debido a sus ropas, sintieron que era inapropiado y peligroso. Una escalera convencional hubiera ocupado demasiado espacio y además hubiera afectado a la estética del espacio.
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La leyenda dice que para encontrar una solución al problema, las Hermanas de la Capilla hicieron una novena (oraciones durante nueve días) a San José, el santo patrón de los carpinteros. En el día noveno y último de la oración, apareció un hombre en la capilla con un burro y una caja de herramientas en busca de trabajo. Meses más tarde, se completó la elegante escalera circular, y el carpintero desapareció sin esperar el pago o las gracias. Después de buscar al hombre (incluso se publicó un anuncio en el periódico local) y al no encontrar rastro de él, algunos concluyeron que fue el mismo San José el que vino en respuesta a las oraciones de las hermanas.
El carpintero de la escalera, quienquiera que fuese, construyó una magnífica estructura. El diseño fue innovador para la época y algunas de las consideraciones sobre su diseño todavía dejan perplejos a los expertos de hoy en día.
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La escalera tiene dos giros de 360 grados y sin medios visibles de apoyo. Además, se dice que la escalera fue construida sin clavos, sólo con clavijas de madera. Las preguntas también giran en torno al número de escalones en relación a la altura hasta el coro, la escalera tiene exactamente 33 escalones, la edad de Jesús cuando fue crucificado según la Biblia). También se cuestionan los tipos de madera y otros materiales utilizados en la construcción de la escalera.
En cualquier caso y tras 127 años desde su construcción siguen los tres misterios sin resolverse:
Primer misterio: identidad del carpintero que la construyó.
Segundo misterio: arquitectos, ingenieros y científicos todavía no se explican cómo se sostiene la escalera sin un soporte central.
Tercer misterio: ¿Cómo se construyón con madera de abeto si no existía ese árbol en toda la región?
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