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Por todos los sitios que iba, Buddy se golpeaba con las cosas. Finalmente perdió aún más vista y entonces empezó a tener problemas serios para caminar.
Buddy y su dueña, Jordania Berg, nos recuerda cómo empezó todo – hace 13 años – mucho antes de que Buddy tuviera problemas de visión.
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«Comenzó a perder la vista en el ojo derecho hace unos cuatro o cinco meses«, dijo Jesse Foy, el prometido de Jordania, a The Dodo. Al igual que muchos perros de edad avanzada y personas con ceguera, Buddy tenía cataratas en ambos ojos.
Foy dijo que Buddy no podía ver a su alrededor, y que eso asustaba al pequeño perro.
Entonces, hace aproximadamente un mes, la vista de Buddy comenzó a empeorar rápidamente. Berg y Foy tenían que llevarlo de una habitación a otra y sacarlo fuera para que fuera al baño.
Buddy estaba inmovilizado.
Entonces, Berg y Foy tuvieron una brillante idea.
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«Tuve la idea básica de otro producto que había visto en Internet«, dijo Foy.
Esos productos eran demasiado pesados para el pequeño cuerpo de Buddy de 2 kilos, por lo que la pareja se fue a la ferretería con un montón de ideas y planes de diseño.
«Con unos pernos, arandelas, tuercas de mariposa, una correa y un colgador de plástico«, dijo Foy, «Terminé con el arnés final«.
[sc:creditos-sin-url texto=»Jordan Berg» ]
Hasta ahora, el resultado es un gran éxito. «Él todavía tropieza con las cosas«, dijo Berg, «Pero el parachoques golpea el objeto en primer lugar«. Lo que es suficientemente advertencia para Buddy para evitar colisiones frontales.
[sc:creditos-sin-url texto=»Jordan Berg» ]
Ahora, Buddy ha recuperado algo de su confianza perdida. Pasa su tiempo explorando y siguiendo a sus dueños en torno a su casa.
También puede comer y beber sin problemas.
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Y puede caminar por sí mismo hasta su cuarto de baño en el patio trasero.
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Gracias a Berg y la innovación de Foy, Buddy a vuelto a las andadas, disfrutando de la vida y de la compañía de sus compañeros humanos.
«Hice este proyecto para dos de los amigos más importantes que tengo en el mundo«, dijo Foy. «Uno de ellos, es un perro que merece vivir una gran vida durante todo el tiempo que nosotros podamos mantenerlo a nuestro alrededor, y el segundo es mi mejor amiga y prometida, Jordania«.
Para un perro, perder la vista puede ser un cambio aterrador. Berg y Foy afrontaron una situación que podría haber sido devastadora y la convirtieron en algo hermoso.
«Ver lo feliz que es ahora Jordan al ver a Buddy caminar de nuevo, moviendo la cola y tratando de saltar sobre sus piernas, ha hecho que todo el esfuerzo valiera la pena. Haría cualquier cosa por los dos«, dijo Foy.
