Una tortuga con mala suerte tuvo un golpe de suerte el mes pasado cuando un equipo de biólogos la salvó de una muerte segura.
El equipo estaba investigando las tortugas en la costa pacífica de Costa Rica, pero se encontraron con algo más de lo que esperaban cuando subieron a una tortuga adulta a bordo.
Al mirarla de cerca, se podía ver que la tortuga tenía algo alojado en su fosa nasal izquierda:
[sc:creditos-sin-url texto=»Captura de pantalla del vídeo de YouTube» ]
Al principio, el equipo pensó que era un gusano de algún tipo que se había introducido profundamente en el cráneo de la tortuga y que posiblemente se había adherido a la base del cerebro.
Pero después de unos minutos, rápidamente descubrieron que era algo totalmente diferente y completamente antinatural.
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«Nosotros – sólo por curiosidad biológica – comenzamos a tirar para ver lo que era«, dijo Christine Figgener, estudiante de posgrado de Biología marina en la Universidad de Texas, dijo a The Battalion. «Y lo que notamos fue que no se trataba de ningún tipo de animal, en realidad era algo hecho de plástico«.
Después de casi 10 minutos de cuidadosos tirones, uno de los miembros del equipo arrancó un plástico de alrededor de 25 centímetros de largo con forma de «pajita» que hizo que sangrara la nariz de la tortuga.
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Figgener grabó la lucha y subió el vídeo a YouTube poco después. Rápidamente se hizo viral, acumulando más de 200.000 vistas en menos de 48 horas. En estos momentos lleva más de millones de visitas.
«Para la tortuga la herida habría sido fatal si hubiéramos dejado el plástico dentro de su nariz«, dijo Figgener.
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Figgener dijo que la «pajita» se había alojado dentro de la cavidad nasal, por lo que era muy difícil para la tortuga que pudiese respirar u oler. El equipo sospecha que tal vez se hubiera tragado por primera vez la pajita y después trató de regurgitarla.
Pero en lugar de viajar a través de su esófago fuera de su boca, la paja se deslizó en la cavidad nasal de la tortuga, que conecta con la boca de la tortugas marinas ‘a través de su boca, al igual que los humanos. Por eso, cuando nos reímos demasiado fuerte después de tomar una bebida, el líquido puede, a veces, salir disparando a través de nuestras narices.
«Esta es la razón por la que no necesitamos pajitas de plástico«, dijo Figgener en el video.
No está claro del tiempo que llevaba la paja atascada en el interior de la nariz de la tortuga. Lo que está claro es que si el equipo no hubiera intervenido, la paja se habría quedado con la tortuga hasta su muerte.
Para ser honestos, el vídeo del procedimiento (que aparece al final de este artículo) no es para los débiles de corazón – la tortuga tuene claramente dolor durante todo el proceso, pero por desgracia no había mucho más que el equipo hubiera podido hacer antes de que fuera liberada de nuevo al medio natural con la paja todavía dentro.
Cuando sucedió, los biólogos se enfrentaron a una decisión difícil: Su permiso de investigación – que incluía la recogida de biopsias de piel para estudios genéticos – no les permitía transportar ninguna tortugas capturada lejos de su hábitat natural. El equipo tenía que liberarlas de nuevo en la naturaleza después de conseguir lo que necesitaban.
Así que, si se hubieran llevado a la tortuga a tierra para que recibiese la ayuda de rayos X y de expertos, habrían podido, como describen en YouTube, enfrentarse «hasta a un tiempo en la cárcel».
Después de cierto debate, dijeron que decidieron usar la única herramienta de a bordo – una navaja suiza – primero para investigar cuál era la obstrucción -, y se empeñaron en sacarla, a pesar de la molestias y el sangrado de la nariz de la pobre tortuga.
«Nos desinfectamos con yodo y mantuvimos la tortuga en observación antes de liberarla de nuevo a su medio salvaje«, informó el equipo en YouTube. «El sangrado se detuvo casi inmediatamente después de la extracción de la paja«.
