No es frecuente ver una piscina en un museo, pero en el patio del Siglo XXI del Museo de Arte Contemporáneo de Kanazawa, Japón, eso es exactamente lo que encontrará. Al acercarse a la orilla, los visitantes podrán ver lo que parece una piscina normal, incluyendo obviamente, su agua azul, una escalera y – ¡agárrense! ¿Pero hay gente que camina por ahí abajo?
La obra «Piscina» fue creada por el artista argentino Leandro Erlich, y se podría definir como un auténtico «trampantojo», que es algo así como «engañar al ojo». Y es que sin duda esta obra lo consigue: engañar al ojo pensando que es una cosa y en realidad es otra.
Aunque el agua puede tener un aspecto profundo y atractivo, en realidad tiene sólo unos 10 centímetros de profundidad, ya que está suspendida sobre una gran placa de vidrio transparente. A continuación se muestra una habitación, con paredes de color turquesa y espacio para que los visitantes se muevan. Al mirar hacia abajo en la piscina, parece que la gente está bajo el agua – si estás abajo y miras hacia arriba, los visitantes sienten que ellos son los están atrapados abajo. Desde ambas perspectivas, hay algo decididamente onírico en toda la experiencia.
Razón por la cual, en 2004, el museo decidió convertirla en una instalación permanente. A diferencia de otras exposiciones que van y vienen, «Swimming Pool» está ahí para quedarse. Sin embargo, antes de su éxito en Japón, apareció también en Museum of Modern Art de Nueva York en 1999. En todo el mundo, la gente ha estado intrigada por la perspectiva única de Erlich. La web de la exposición explica:
«La obra establece el desarrollo de una secuencia de experiencias, de nuestro asombro al mirar hacia abajo y la búsqueda de personas bajo el agua pasamos a mirar hacia arriba desde el interior de la piscina. La experiencia socava nuestras suposiciones cotidianas sobre lo que pensamos que es obvio, la obra invita a nuestra participación activa en sus espacios – una vez que nos damos cuenta del «engaño» – y produce una sensación de conexión entre las personas que se buscan el uno al otro«.
Pero, basta de hablar sobre el arte – es el momento de que usted vea «Swimming Pool» por sí mismo.