Nativos sólo de ciertas regiones de China, los pandas gigantes son uno de los tesoros nacionales del país. Considerado como el estandarte para la conservación de animales en peligro de extinción, la población de pandas han comenzado a recuperarse en los últimos decenios después de ser diezmada por la caza y la destrucción de su hábitat. Sin embargo, como resultado de ello, una parte significativa de osos panda viven toda su vida en cautiverio.
Cuando los cachorros de panda nacen en cautiverio, están bajo la estrecha vigilancia de cuidadores las 24 horas del día. A menudo, esta vigilancia se encuentra en instalaciones como la que se ve en este video. La vida aquí puede parecer triste, pero es importante recordar el peligro en que estos animales están. Hay que hacer lo que sea posible porque estos cachorros necesitan sobrevivir durante las etapas más vulnerables de la juventud si se quiere que la población de pandas gigantes prospere. Estas instalaciones no siempre tienen un aspecto natural, pero están construidas para garantizar que los animales puedan ser fácilmente controlados en un ambiente limpio y estéril.
Lamentablemente, muchos de los pandas que nacen en cautiverio no se introducirán de nuevo en el medio natural. La dura realidad de la situación es que simplemente no hay suficiente hábitat natural para ellos. El desarrollo humano ha fragmentado en gran medida las vastas regiones que antes eran el hogar de estos animales, y lo que queda es apenas una pequeña población que aún vive en estado salvaje.
El pequeño cachorro de panda que aparece en este video se conoce con el nombre de Yuan Zai. Yuan Zai es el primer panda bebé nacido en Taiwán. Como la mayoría de los jóvenes, tiene el deseo de aventura de explorar su entorno. Sin embargo, su madre, Yuan Yuan, tiene diferentes planes para él en su casa, en el zoológico de Taipei.