Dicen que se es tan viejo como se siente. Pues bien, sobre esta base, diríamos que Lorena Ocampo tiene unos 22 años de edad. ¡Exceptuando que eso no es lo ella dice! Si le preguntas a Lorena, ella te dirá claramente que es una jovencita de 100 años. Aunque podría habernos engañado, pues observándola en la pista de baile, nos parece ver a una joven que hace unos movimientos de baile que hacen que nosotros mismos nos avergoncemos.
Personas como Lorena son todo un ejemplo de cómo llegar a los años «dorados» correctamente, aunque quizás el secreto para llegar así a esa edad es que ha estado bailando desde que era una niña.
Cuando se puede decir que has estado haciendo algo durante más de 90 años, el logro increíble se convierte en un derecho propio.
La actitud de esta maravillosa anciana me recuerda a la vieja cita de George Bernard Shaw: