Existen ciertos lugares en nuestro mundo donde el tiempo parece que se ha detenido desde hace un siglo o más. Son el tipo de lugares donde se puede encontrar la belleza del mundo natural junto con acogedoras casas, casi de cuento de hadas, y donde todo está envuelto en una atmósfera de paz y tranquilidad.
Hemos escogido algunos de los pueblos pequeños más bonitos, donde se tiene la garantía de que serás capaz de relajarte y desconectar del ajetreo interminable de la gran ciudad. Si alguna vez vas a uno de ellos, es muy posible que desees quedarte… ¡para siempre!