Sé que algunas personas están muy aterrorizadas de volar en un avión, pero no tienen problemas en conducir su coche todos los días. Estadísticamente, la realidad dice que hay 19 veces más probabilidades de morir en un accidente de coche que en un avión, independientemente de la frecuencia con la que vueles. Sólo en EE.UU. aproximadamente 32.000 personas mueren cada año en accidentes de tráfico. Uno de los mayores problemas de los últimos años ha sido el tema de los conductores distraídos, la mayoría de ellos utilizando sus teléfonos.
Se estima que el 23% de todos los accidentes automovilísticos y colisiones que se producen en los EE.UU. son el resultado de que una o más partes involucradas estaban distraídas por su teléfono, por lo general con mensajes de texto. Por alguna razón, demasiadas personas piensan que pueden salirse con la suya y que de alguna manera no les pasará nada… hasta que les sucede a ellos. Conducir distraído es un tema serio y global y no es de extrañar que los gobiernos y las empresas privadas hayan comenzado a hacer esfuerzos mayores para educar al público acerca de las consecuencias reales de este hábito tan peligroso.
Mientras que la mayoría de estos anuncios de servicio público tienden a ser bastante contundentes y sombríos, la Agencia de Transporte de Nueva Zelanda decidió que en lugar de asustar a la gente, tenían que adoptar un enfoque más ligero e inofensivo, pero que de forma divertida consiguiera que los conductores distraídos frenaran su mal hábito. En la campaña se ve que cada vez que el conductor tiene un impulso para comprobar un mensaje reciente, su amigo/a en el asiento del acompañante, simplemente pone su mano cerca del teléfono, lo que conduce a un incómodo contacto no intencional que hace que el conductor se olvide de su teléfono.