Es difícil imaginar cómo será la vida de un hijo cuando los padres descubren por primera vez que está aquejado de una enfermedad que afectará a sus interacciones con los demás. Los padres aprenden a cambiar sus horarios y necesidades para adaptarse a las del niño, con la esperanza de que la vida sea más fácil para él o ella. A menudo, sin embargo, las personas fuera de la familia de este niño pueden no tener en cuenta sus necesidades de la misma forma.
Pero como Tricia Klein, madre de tres niños, descubrió, hay algunas almas buenas que son consideradas con las necesidades de su hijo. El hijo de Tricia, Timothy, fue diagnosticado con autismo no verbal a los 2 años de edad. Desde entonces, ella ha ayudado a su hijo a superar los desafíos diarios a los que se enfrenta. A pesar de que lucha con la interacción con los demás, a él le gustan y disfruta de muchas de las mismas cosas que a otros niños de 7 años de edad: le gusta jugar al fútbol, nadar, y ver vídeos de YouTube. Sin embargo, no es raro que su madre haya tenido que declinar invitaciones a causa de su condición.
Pero un día, la nota de una madre cuyo hijo estaba en la clase de Timothy cambió eso.
Mira a continuación lo que la madre dijo que hizo que Tricia se pusiera a llorar…
El hijo de Tricia, Timothy, fue diagnosticado con autismo no verbal. Este diagnóstico hace que sea difícil para él interactuar con los demás, especialmente en grupos grandes. Ella tuvo que rechazar invitaciones de sus compañeros de clase en muchas ocasiones.
Sin embargo, una de las madres, cuyo hijo es amigo de Timothy, decidió enviar una nota a Tricia, junto con la invitación.
La nota decía: «Carter se sentó junto a Timothy en la escuela y siempre habla de él. Espero de verdad que pueda venir. Hemos alquilado un castillo hinchable al que se le puede agregar un pequeño tobogán hinchable en la parte inferior. También tendremos globos de agua y cañones de agua. Tal vez Timothy pueda venir más temprano ese día si es demasiado con toda la clase. Hazme saber lo que podemos hacer para que esto funcione«.
La nota hizo que Tricia llegara hasta las lágrimas. ¡Para ella, la frase final «podemos hacer que funcione» significaba el mundo!