Un par de años atrás, un residente de Kentucky (EEUU) comenzó un proyecto apasionante en honor a su nieta. Rusty Combs quiso construir para su amada Kiley la casa de juegos de sus sueños – pero no una casa cualquiera de juegos, quería una en la cual una niña sólo podía soñar.
Al principio, la cabaña parecía bastante típica… pero echa un vistazo más de cerca. No voy a desvelarte nada para que lo descubras por ti mismo…
Dos años después Rusty de comenzar su construcción, la casa de Kiley estuvo finalmente terminada. ¡Se convirtió en la atracción del barrio donde cientos de coches pasan cada semana sólo para echar un vistazo!
Desplázate hacia abajo para verla en todo su esplendor. Esto es realmente algo especial.
Rusty Combs había soñado siempre con la construcción de una casa de juegos para sus dos hijos – pero nunca tuvo la oportunidad de poder realizarla.
Décadas más tarde, cuando oyó que iba a ser abuelo de Kiley, Rusty decidió ponerse a trabajar. Quería que su amada Kiley tuviera la casa de juegos de sus sueños, enclavada en su granja en el condado de Oldham, Kentucky.
Originalmente iba a ser un simple proyecto de dos meses.
Comenzó con una cabaña con tejado rojo brillante.
En primer lugar construyó la casa dentro de su garaje. Pero después utilizó una grúa para elevar la estructura de la tierra …
La casa cuelga a 15 metros de altura, ¡en la parte superior de un viejo silo de maíz!
Para garantizar la máxima seguridad para su nieta, Rusty tiene un permiso de construcción y la aprobación de un arquitecto estructural.
Para llegar a la casa de juegos, hay que subir cuatro escaleras de 2,5 metros cada una. El interior cuenta con iluminación, agua corriente y aire acondicionado.
Pero quizás lo más sorprendente de la casa de juegos es la magnífica vista de todo el entorno.
¿A qué niño no le gustaría pasar el rato aquí?
Después de dos años de duro trabajo, el regalo de Rusty a Kiley fue finalizado. Rápidamente se convirtió en una atracción en el Condado de Oldham. ¡Cientos de coches paran para echar un vistazo todas las semanas! «Probablemente yo también me detendría«, dice Rusty.
Este abuelo cariñoso espera que Kiley disfrute de su casa durante muchos años.
