Cuando la gente oye la palabra «tomate», probablemente piensan en la salsa marinara o en un delicioso complemento para su bocadillo, pero ¿sabías que esta fruta roja y blanda en realidad tiene algunos sorprendentes beneficios para la salud? Por ejemplo, los tomates están llenos de antioxidantes de gran alcance, y los que los consumen podrían ver reducido su riesgo de cáncer. Sin embargo, los beneficios de los que vamos a hablar no tienen nada que ver con el consumo de tomates. Con el fin de hablar del verdadero potencial oculto de los tomates, vas a tener que tener alguno cerca…
El acné no es nada divertido de tratar. Aunque muchos de nosotros lo experimentamos durante nuestra adolescencia, otros muchos lo sufren hasta la edad adulta. A veces parece que no hay tratamientos eficaces por ahí, no importa cuántos se intenten. Por no hablar de que la gran cantidad de productos comprados en la tienda puede dañar seriamente la piel a largo plazo. El acné severo es causado por la obstrucción de las glándulas y de los folículos de la cara. Aunque los bastoncillos de algodón con alcohol y los lavados de cara te pueden proporcionar un alivio temporal, hemos encontrado que los remedios naturales a menudo llegan a la raíz del problema. Ahí es donde los tomates aparecen.
Los tomates están llenos de vitaminas A, C, E, K y B6. No sólo estas vitaminas nutren la piel, sino que también ayudan a reducir el tamaño de los poros. Además, los tomates contienen ácido salicílico, que es un ingrediente común en la mayoría de los tratamientos del acné. Pero, antes de ir y comer una rama entera de tomates, debes saber que estos son especialmente útiles cuando se aplican directamente sobre la zona afectada: la cara. Aquí tienes nuestras tres formas favoritas de usar tomates como limpiador facial. Incluso si no sufres de acné, estos métodos harán que tu piel luzca y se sienta más saludable en todo momento.
1. Frotar tomate
No se puede pedir algo más simple que esto. Basta con cortar una rodaja de tomate y frotarlo en las áreas de la cara que se ven afectados por el acné. Una vez que hayas terminado, dedica un momento para masajear el jugo del tomate en la piel, enjuaga, ¡y ya está! No producirá los mejores resultados, pero es una gran manera de nutrir la piel en caso de apuro.
2. Máscara facial de tomate
Las máscaras faciales han sido un elemento básico de la salud y la belleza durante mucho tiempo, pero ¿sabías que los tomates hacen que sea el ingrediente secreto perfecto? Para ello coge un tomate y haz un corte en forma de «X» en la parte superior y colócalo bajo agua corriente tibia. Una vez que la piel se vaya soltando, despégala, quita las semillas y tritura el resto. Una vez que se ha formado una consistencia pastosa, aplícalo sobre tu cara y déjalo reposar durante aproximadamente una hora antes de enjuagar. Si deseas una consistencia más espesa, así como algunos beneficios adicionales para la salud, no tengas miedo de mezclarlo en un poco de yogur natural, avena, o pepino.
3. Lavado de cara con zumo de tomate
¿Usar una mascarilla de tomate durante una hora suena demasiado largo? Combina una cucharada de zumo de tomate con un poco de zumo de limón (unas gotas) y frótalo sobre tu cara. Espera unos cinco minutos antes de enjuagar con agua tibia.