Hace algunos años – nadie sabe exactamente cuando – en una pequeña isla que forma parte de la gran barrera de coral de Australia, un roedor hizo su última resistencia.
Es probable que no conocieras a este animal de larga cola y bigotes de rata, conocido como Melomys rubicola. El único hábitat conocido de este mamífero era un trozo de coral frente a la costa de Queensland.
Es probable que nunca lo vuelvas a ver. Pero su triste destino puede ser una lección para todos nosotros.
En un nuevo informe publicado por la Universidad de Queensland, los investigadores dicen que este roedor es oficialmente historia. Es considerada ya como la primera extinción documentada de una mamífero debido al cambio climático.
El roedor básicamente fue ahogado porque los niveles del mar abrumaron poco a poco su hábitat natural. El informe de la Universidad de Queensland señala que el agua de mar ha alcanzado aproximadamente al 97 por ciento del hábitat del minúscula animal en casi una década.
«Casi no hay duda de que el Melomys rubicola se ha extinguido, como tampoco hay duda de que esto es causado por la pérdida de hábitat debido a la subida del nivel del mar», dijo James Watson, de la Universidad de Queensland a New Scientist.
Por supuesto, el fenómeno no se detendrá con la extinción de la Melomys rubicola. En un estudio publicado en Science el año pasado (2015), los investigadores sugieren que una de cada seis especies del planeta se enfrentan a un final prematuro debido al aumento de las temperaturas globales.
En cuanto a este humilde roedor, triste precursor de lo que vendrá, los científicos habían tenido la esperanza de que el valiente roedor reaparecía en su lugar de origen.
Posted by ThoughtBox on martes, 14 de junio de 2016
Pero los últimos Melomys fueron descubiertos en 2009, informa The Guardian. En el año 2014, el roedor ya no se pudo encontrar, a pesar de una búsqueda exhaustiva de la isla. Los científicos recomendaron que se cambiara su estado de «en peligro de extinción» a «extinguido».
Es un final triste y solitario para un animal que la mayoría de nosotros no conocía.
Pero tal vez la última batalla de este humilde roedor podría ayudarnos a todos a considerar lo que podemos hacer para reducir nuestra carga en el planeta.