Pam Medina es una enfermera en Richmond (EE.UU.). Un día, entró en la sala de descanso del Hospital de Henrico Doctor y encontró a su compañera de trabajo, Sara Putnam, buscando en una caja de ropa de bebé donada. Por curiosidad, Pam le dijo a Sara para qué lo necesitaba.
Al final resultó que, recientemente, a Sara le habían concedido la custodia de su pequeña nieta, Isabella. El único problema era que la adopción había sido bastante repentina, y Sara no tenía las provisiones para bebés necesarias para criar a su recién adoptada hija. Pam escuchó la conmovedora historia de Sara y empezó a urdir un plan secreto.
Esa noche, Pam fue a su casa e hizo algo a espaldas de Sara – y el resultado incluso la dejó tan aturdida que no se lo podía creer …
Crédito del vídeo: Pam Medina.
Pam Medina (izquierda) es una enfermera que trabaja en el hospital Henrico Doctor en Richmond, Virginia.
Un día, Pam entró en la sala de descanso del hospital y vio a su compañera enfermera, Sara Putnam, buscando a través de una caja de ropa de bebé donada. Pam le preguntó a Sara lo que estaba pasando.
A Sara hace poco, y de repente, se le había concedido la custodia de su nieta bebé, Isabella.
Sin embargo, Sara no tenía artículos de bebé para su recién adoptada hija, de ahí su búsqueda en aquella caja donada al hospital.
En lugar de encogerse de hombros y dejar que Sara siguiera buscando, Pam fue a su casa y entró en varios grupos de Facebook dedicados a madres. Sin el conocimiento de Sara, Pam publicó una sentida petición en nombre de Sara e Isabella, con la esperanza de que los miembros estarían dispuestos a donar artículos para bebés.
«Me explicó su repentina necesidad y ella era una mujer muy trabajadora«, dijo Pam.
Pam fue sorprendida por la respuesta de las madres (desconocidas).
Antes de que se diera cuenta, Pam estaba conduciendo por todo Virginia para recoger cosas gratis para Isabella. Fue un duro trabajo, apenas tuvo descanso, pero estaba más que feliz de hacerlo. Todo lo que Sara podría necesitar, como cochecitos, ropa y biberones, fueron donados. ¡Sara no tenía ninguna idea en absoluto de todo lo que estaba consiguiendo!
Unos días más tarde, Pam y su esposo lo llevaron todo al hospital para sorprender a Sara, la cual se sorprendió al encontrar un coche lleno hasta el borde con artículos de bebé.
Sara pasó de no tener nada para Isabella a tener todo lo que pudiera necesitar en mucho tiempo. Juntas, Pam y Sara se echaron a llorar y se abrazaron, abrumadas por el hecho de tantas madres que se habían unido para ayudar.
«Es la «conexión mamừ, explicó Pam. «Ellas saben lo que se siente al necesitar algo.»