Hay mucha gente a la que no le gusta ir al dentista. Para algunos es una fobia en toda regla, y para otros, se trata más de la simple incomodidad de ver a alguien hurgando en sus bocas. La mayoría de las veces, este miedo y malestar no está bien fundado, pero en otras ocasiones…
El Dr. Howard Schneider era un dentista en Jacksonville, Florida (EE.UU.), que trabajaba sobre todo con niños. Sus prácticas eran cuestionables y fueron lo suficientemente horribles como para que cualquiera tuviera fobia dental para toda la vida.
Brandi Motley llevó a su hija Bri’el de 6 años de edad, a ver al dentista Dr. Howard Schneider para extraerle un diente normal. Sin embargo, la visita resultó ser cualquier cosa menos rutinaria …
Durante más de tres horas, Brandi estuvo esperando en la sala de espera y no se le permitió volver a ver a su hija. Cuando preguntaba al personal de información, todo lo que le decían era que había habido un «accidente».
Cuando finalmente se le permitió ver a Bri’el, se dio cuenta de que su hija tenía cortes y contusiones, y lo que era peor, a la niña le habían tenido que extraer siete dientes adicionales sin motivo aparente. Brandi estaba absolutamente lívida …
Publicó un post en Facebook acerca de la experiencia para alertar a otros padres sobre este doctor Schneider y sus prácticas sospechosas y otros padres comenzaron a compartir historias de horror similares.
Otra persona llamada Sherraine Christopher compartió un video que había tomado en secreto en la consulta del Dr. Schneider mientras atendía a su hijo Sion de 3 años de edad. En el video, el dentista interviene en hasta 16 de los dientes del niño que a partir de entonces deberán estar provistos de coronas (todo innecesariamente). Todo ello se realizó sin ningún tipo de anestésicos o analgésicos …
(Advertencia: el vídeo puede ser molesto para algunos espectadores.)
Con el tiempo se levantó un coro de voces acusatorias y el doctor Schneider empezó a recibir múltiples demandas. Hasta que finalmente acordó dejar de practicar la odontología. Sin embargo, y a pesar de la creciente evidencia de lo contrario, sigue manteniendo su inocencia, y no se han presentado cargos contra él.
¡Qué espantoso y horrible! Como si los niños necesitan más razones para tener miedo de ir al dentista.