Isaac W. Sprague fue conocido como el «hombre esqueleto», nació en Bridgewater, Massachusetts (EEUU), el 12 de mayo de 1841. Hijo de Nathaniel Sprague, un zapatero, y su esposa Betsy. Ambos de constitución fuerte.
Isaac tuvo un peso normal al nacer, incluso superior a la media, pero a los dos meses de edad comenzó a perder peso. Su primer año de vida fue muy difícil. Especialmente para sus padres, pues siempre temieron por su vida. A partir de ese año y hasta los doce años fue aumentando de peso y creciendo con normalidad.
Fue a esa edad (12 años), cuando de nuevo comenzó a perder peso. Entonces Isaac trabajaba con su padre en la zapatería familiar. Su padre pensó que quizás le afectaba el estar todo el día encerrado y cerró el negocio. Abrió otro en el que Isaac pudiera trabajar al aire libre. Pero nada cambió. Sus padres llegaron a gastarse más de 2.000 dólares en tratamientos y alimentos especiales para tratar de que Isaac engordara. Pero tampoco tuvieron ningún efecto. A los 25 años Isaac estaba tan débil que no podía ya trabajar.
A esa edad Isaac conoció un circo local y aceptó trabajar mostrándose como «El esqueleto viviente». Pesaba 23 kilos y, sin embargo, comía como dos personas adultas.
Unos años más tarde fue examinado por el doctor Oliver Wendell Holmes quien le diagnosticó: atrofia muscular progresiva, pero no llegó a saber la causa de esta brutal enfermedad.
Isaac llegó a casarse dos veces. En la imagen que aparece se ve a su primera esposa, Tamar Moore, y los tres hijos que tuvieron. Hijos que se criaron fuertes y robustos.
En 1882 la salud de Isaac comenzó a empeorar. Tres años más tarde, en 1885 su estado era tan malo que le dieron sólo seis meses de vida. En enero de 1887 y tras superar ampliamente las expectivas de los médicos, fue contratado para actuar en Boston. Isaac apareció en aquel escenario enfermo y aquejado de una fuerte neumonía. No permitió que se le llamara «el esqueleto viviente», dijo: «Llamadme el esqueleto muerto«. Incluso apostó 250 dólares a que moriría antes del sábado. Superó ese sábado, y al siguiente martes murió en los brazos de su segunda mujer.