Es verdad. Filósofos y místicos han contado maravillas durante siglos acerca de por qué necesitamos 3 amores diferentes. Cada uno tiene un propósito diferente y no hay ninguna garantía de que todos vayamos a llegar al número tres.
Pero apuesto a que te estás preguntando:
¿Qué demonios es eso de que hay tres tipos diferentes de amor?
Bueno, el primero de todos comienza cuando somos jóvenes. Se le llama «amor idealista». Es un poco como un cuento de hadas. Creemos que estamos enamorados por nuestra familia y la sociedad.
Te piensas que es el ‘perfecto’. Crees que todo el mundo estará celoso en las fiestas porque estás con la ‘pareja perfecta’.
¿El principal problema de este tipo de amor?
Pues que se basa puramente en cómo otras personas te ven, en lugar de cómo en realidad lo sientes.
El segundo tipo de amor es cuando el asunto se hace real. Se le llama ‘amor complicado». Aquí es donde se ahonda profundamente en nuestra sexualidad, nuestros deseos y empezamos a responder a la pregunta: ¿Quién soy yo?
A veces pensarás que estás predestinado para estar junto a esa persona para siempre. En otras ocasiones, te darán ganas de dejarlo todo y salir corriendo.
Es apasionado y es desgarrador. Es posible que haya una ruptura, volver a estar juntos, y luego romper de nuevo, etc. Todo eso cada vez que te das cuenta de que ese amor no está destinado a ser el definitivo.
¿Las buenas noticias? Que después de ese amor has aprendido mucho acerca de lo que eres y lo que realmente quieres en la vida.
El tercer tipo de amor sale de la nada. Cuando conoces a una persona que nunca pensarías que acabarías con ella.
Tal vez no estás buscando una relación, o piensas que vuestras personalidades pueden entrar en conflicto, pero cuando la conexión se inicia, despega como algo para lo que ninguno de los dos está preparado.
Al empezar a salir sucede eso. Vuestras personalidades rebotan entre sí y cada uno complementa las fortalezas y debilidades del otro y ambos se sienten como si pudieran comerse el mundo.
Sólo te sientes bien. Y así debe ser. Has pasado por luchas, rupturas complicadas, y personas que simplemente han tratado de aprovecharse de ti.
Pero ahora, te conoces mejor que nunca, y lo más importante, ya sabes en lo profundo de tu alma que quieres pasar el resto de tu vida con esta persona realmente especial.
Todos estos amores tienen sus razones. Las lecciones que se aprenden a través de cada fase sólo te ayudarán a crecer.
Lo siento por la mayoría de todos nosotros. Pero muy pocas personas llegan al número tres.