Hacer felices a tus seres queridos es una de las mejores sensaciones que hay. Sin embargo, hacer sonreír a un extraño es aún mejor.
Una mujer llamada Karen recibió una carta de un desconocido en su puerta. Cuando supo lo que decía, se sorprendió y no pudo evitar que las lágrimas corrieran por su rostro.
Mientras Karen estaba en el trabajo, recibió una llamada de su hijo. Un hombre había llamado a la puerta de su casa y había preguntado si estaba en casa.
Su hijo dijo que ella estaba fuera, pero el hombre tenía algo importante que darle. Así que le dio al niño un sobre, sonrió y se fue.
El muchacho regresó al interior, la abrió y se sorprendió por lo que había dentro.
Después de leer la carta, el niño saltó hasta el teléfono y llamó a su madre. Le leyó la carta y se encontró con el silencio. Al otro lado, Karen no podía contener las lágrimas.
El sobre del desconocido contenía 1.000 dólares, y Karen, que había estado luchando contra el cáncer desde hace varios años, no podía creer que fuera cierto.
El increíblemente amable desconocido había escrito en esa carta:
«Por favor, acepta este regalo como un acto de bondad al azar. Un miembro preciado de nuestra familia dedicó gran parte de su tiempo y recursos para ayudar a personas a través de «actos de bondad». Ella dio a los demás de muchas maneras, y siempre lo hizo de forma anónima. Una forma que nuestra familia ha elegido para honrar su memoria es continuar la tradición de ayudar a otros de la comunidad con actos de bondad al azar.
Un ‘acto de bondad al azar’ no tiene por qué implicar la entrega de dinero. Puede ser tan simple como compartir tu tiempo con alguien, escucharle, o elogiarle. La parte más importante es que el acto no se ha solicitado y se ha hecho sin esperar nada a cambio.
A pesar de que no te conozco personalmente, otros miembros de la comunidad te identifican como merecedora de este regalo. Por favor usa este dinero de cualquier forma que estimes conveniente, ya sea para aliviar un poco la tensión financiera o para tener la oportunidad de hacer algo especial para ti.
No pedimos nada a cambio, pero tenemos la esperanza de que te animes a estudiar la manera en la que puedes marcar la diferencia para alguien más, que te guste la idea, y que continues con la tradición.»
Aunque la visita del desconocido no se sabe con seguridad si fue al azar o no, es difícil no derramar una lágrima por lo hermoso del gesto. Imagina lo que una persona desconocida puede hacer por un extraño y su familia.
