Si usted es sensible y se impresiona fácilmente por imágenes o historias gráficas, probablemente debería dejar de leer la siguiente historia. Si por el contrario siente curiosidad, siga leyendo, pero debe ser consciente de que ha sido advertido.
AVISO: Las siguientes imágenes pueden herir su sensibilidad
Dana Sedgewick está compartiendo una historia que todas las mujeres del mundo necesitan conocer. Ella está contando su historia después de casi perder sus piernas por una infección mortal, causada por algo que muchas mujeres hacen todos los días: el depilado.
Mientras se depilaba la zona púbica con una nueva máquina de afeitar, Dana se cortó. Casi de inmediato se le desarrolló una erupción roja en sus piernas, que se convirtió rápidamente en negra gracias a una infección carnívora conocida como fascitis necrotizante.
Dana fue trasladada de urgencia al hospital, donde los médicos comenzaron a retirar su piel en descomposición. Durante el procedimiento desarrolló sepsis (respuesta del cuerpo por una infección bacteriana) y entró en estado de coma. Los médicos notificaron a su familia que sólo tenía una probabilidad del 30% de salir con vida.
Después de esto Dana experimentó insuficiencia renal y su corazón se detuvo hasta en cuatro ocasiones. Pero sobrevivió. Dana contó al Daily Mail: “Al igual que muchas mujeres, traté de mantener una línea del bikini adecuada. Así que me puse con ello rápidamente con una nueva maquinilla de afeitar, pero durante el fin de semana me sentí mal y me di cuenta de que tenía un pequeño grano en la ingle que seguía sangrando. No le di más importancia, porque a menudo tengo erupción después del depilado. Poco sabía que este pequeño grano casi me costaría la vida “.
Cuando Dana vio sus piernas por primera vez después del incidente, se quedó en estado de shock. “Fue horrible. Todos mis músculos se habían podrido, y tenía un cráter en la piel cerca de la ingle. Sentía como que iba a vomitar “, dijo. “Pero sabía que podría haber sido mucho, mucho peor. Podría haber perdido mis piernas – o peor, podría haber muerto “.
Dana pasó seis semanas recuperándose en el hospital antes de que finalmente fuera dada de alta. En los siguiente años, se sometió a 21 cirugías para ayudar a mejorar la apariencia de la piel de sus piernas. Su marido Matthew permaneció siempre a su lado. Dana explicó: “No sentía que fuera mi propio cuerpo, pero con el apoyo de Mat, me acostumbré a ver las cicatrices como un recordatorio de lo valiente que había sido, y la suerte que tenía de sobrevivir. Es increíble pensar que un pequeño grano en el momento de depilar me pudo haber matado. Estuve muy cerca de hecho“.