El 28 de agosto de 1939, con una Segunda Guerra Mundial a las puertas, los responsables del Mouse del Louvre hicieron todo lo posible por salvaguardar todas sus obras maestras. Entre ellas la pintura que es considerada como la más valiosa del mundo: La Gioconda o Mona Lisa del gran Leonardo Da Vinci.
Fue traslada hasta en cinco ocasiones, viajaba en camión por Francia para ser salvada de los alemanes, hasta que al final, tras la victoria aliada y el final de la guerra volvió a su museo y allí continua.