La aldea rusa de Oimiakón es ampliamente reconocida como la población más fría del mundo, con temperaturas medias invernales que superan los -58 grados Fahrenheit. El fotógrafo neozelancés Amos Chapple ha viajado desde Yakutsk (otra fría ciudad siberiana) hasta Oymyakon para documentar la vida cotidiana de sus habitantes, sujetos siempre a los caprichos de una Siberia de paisajes nevados.
Antes de la expansión soviética, los pueblos indígenas de Yakutia sobrevivieron a temperaturas que alcanzaban los -88 grados Fahrenheit. Yakutsk era una región rica en diamantes, oro y petróleo, y por eso se convirtió en un sitio rentable para la industria. Muchos rusos y ucranianos llegaron a esta región atraidos por esa prosperidad. El camino que conduce hacia la ciudad, informa The Independent, fue construido por los prisioneros que estaban en los campos de concentración de Stalin, muchos de aquellos prisioneros fueron asesinados durante su desarrollo.
Hoy en día, una gran parte del pueblo de Oimiakón vive sin acceso a agua corriente y hace tanto frío que los coches deben ser alojados en garajes con calefacción. Si un coche está fuera, se tiene que poner en marcha para evitar la congelación. Hasta los establos deben tener calefacción y no hay empleos agrícolas debido a que el terreno es inhóspito para producir. Sin embargo, y a pesar del intenso frío, la vida continúa; los niños van a la escuela, y los residentes se desplazan hasta sus trabajos.
Hablando con el canal del tiempo, Weather.com, Amos Chapple admitió que la temperatura es tan hostil y baja que llega en ocasiones a dejar su propia saliva congelada sobre de su lengua. El cámara de Chapple luchó para poder trabajar con clima bajo cero, en ocasiones se ven imágenes algo desenfocadas por lo difícil que era ajustar el enfoque de su cámara. En diciembre, los días se acortan y sólo hay tres horas de luz, incluso entonces, la poca visibilidad se ve mermada por una capa densa de niebla. La documentación de Chapple del lugar es toda una historia de supervivencia, descubriendo momentos de inspiración, incluso bajo las condiciones más duras.
Toda las imágenes ©Amos Chapple