Esta fotografía corresponde a la oficina de Albert Einstein. Concretamente al estado en el que estaba su escritorio el día de su muerte.
La fotografía emociona a muchas personas cuando la ven y piensan que allí estuvo uno de los mayores genios que ha dado la humanidad. Por otra parte es como un ejemplo de esperanza para todas aquellas personas jóvenes que son desordenadas y les hacen pensar que así no llegarán a nada en la vida.
Como vemos, las apariencias engañan una vez más.