Cuando Trevor Byers compró una impresora 3D sólo tiene una idea en su mente: tratar de que «Bubbles», su pequeño dachshund, pudiera volver a tener la capacidad de moverse de forma independiente.
Bubbles nació sin sus patas delanteras y tras probar con diferentes sillas de ruedas, Trevor y Elissa decidieron hacer su propia silla de ruedas impresa en 3D y se lo dijeron a 3ders.org.
Las piezas producidas con la impresora en 3D están hechas de fibra de carbono, la pareja creó la silla de ruedas para Bubbles tratando de que no sólo fuera menos costosa de fabricar que las tradicionales sillas de ruedas para perros (que puede costar varios cientos de dólares), sino que además fuera más ligera para que el pequeño cachorro pudiera moverse con comodidad y rapidez.
Además, para que otros perros con discapacidad puedan recuperar su movilidad, Byers ha subido el diseño y los materiales al sitio Thingiverse de MakerBot, así que cualquiera puede descargar el diseño de código abierto.
Byers dijo: «nos encanta la libertad que le hemos dado«.