Courtney Greatrex, de 22 años de edad, de Londres, se dirigía a trabajar a las 7:30 de la mañana. El tráfico era lento e iba camino hacia el tubo (sistema de transporte subterráneo de Londres).
Mientras caminaba hacia su trabajo, tres hombres en una furgoneta blanca comenzaron a silbarle. Después le gritaron obscenidades mientras la seguían con su vehículo. Le pitaban con el cláxon de la furgoneta, mientras se reían y se burlaban de ella.
Courtney estaba asustada y llorando.
«Siguieron haciendo comentarios sobre mí por la ventana, así que les dije que eso era acoso. Sólo se reían y continuaban, incluso cuando me puse más agresiva y les dije que me dejaran en paz«, dijo Courtney a Daily Mail. «Después de eso, tampoco se detuvieron, así que hice una foto de la furgoneta y ellos trataron de ocultar sus rostros«.
Fue entonces cuando Courtney se dio cuenta de que estaban conduciendo una furgoneta para una compañía de techado llamada Aqua Roofing. Así que decidió hacer una llamada a su jefe para hacerle saber exactamente lo que le habían hecho.
«Antes de las 8 de esta mañana, fui acosada en varias ocasiones por tres hombres que iban en una furgoneta mientras el tráfico estaba lento.»
«Me siguieron por la carretera, mientras hacían sonar el cláxon de la furgoneta y me silbaban para que los mirarase mientras se reían.»
«Así que tomé una foto de su furgoneta, les dije que me dejara en paz, y ocultaron sus rostros, pero no antes de llamarme j****a puta – mientras caminaba hacia el tubo»
«No me malinterpreten, el acoso sexual está vivo y bien vivo en Londres, y cosas como esta suceden cada mañana. Pero hoy no voy a aceptarlo. ¡No se preocupen, muchachos, gracias al vehículo de vuestra empresa su jefe está a punto de descubrir todo sobre vosotros! »
«Hablé con su jefe, que me atendió muy bien, porque la empresa tenía que asumir la responsabilidad del hecho de que estos hombres estaban en un coche de su empresa».
«Al poco me llamó de nuevo para decirme que uno de los miembros del personal había sido despedido y que estaban investigando adecuadamente a los otros dos empleados«.
¡Y así es como Courtney se tomó la revancha sobre los hombres que la acosaron sexualmente! Ella les golpeó donde duele: en sus billeteras.