Las granjas del este de África tienen un problema bastante grande – literalmente. Los elefantes errantes son una preocupación importante y pueden ser devastadores para los agricultores. Una solución es cavar una zanja enorme y poner vallas fuertes pero eso es poco práctico debido al coste de tiempo y recursos. Desafortunadamente, sin ningún tipo de protección, los agricultores que tratan de defender sus cultivos conducen a frecuentes lesiones y muertes tanto de los propios agricultores como de los elefantes. Si embargo, y gracias a la zoóloga Lucy King, esto está a punto de cambiar.
Lucy se dio cuenta de que los elefantes tienen miedo a las abejas, porque el dolor al ser picados es absolutamente insoportable y hay poco que pueden hacer para calmarse a sí mismos después. Por eso los elefantes instintivamente evitan a las abejas y tan sólo el sonido del zumbido de una abeja es suficiente como para hacer que un elefante deje de hacer lo que estaba haciendo y abandone rápidamente el lugar donde estaba. Lucy se preguntó si situando colmenas suspendidas a intervalos regulares podrían hacer una barrera eficaz contra los elefantes. En el año 2009 se hizo una prueba y ésta fue todo un éxito. Poco después comenzó el Proyecto The Elephants and Bees.
Hoy en día hay «vallas colmena» activas en Kenia, Botswana, Mozambique, Tanzania, Uganda y Sri Lanka. Además de ser muy buenas para mantener a los elefantes a distancia, las abejas también son muy útiles para la polinización de los cultivos y los agricultores también pueden recoger la miel que hacen para obtener una fuente de ingresos adicional. Es realmente un ejemplo impresionante de cómo utilizar algo tan simple y pequeño para resolver un problema tan grande.
El proyecto de Elephants and Bees está recaudando fondos para ampliar aún más el programa. Si desea participar, haga clic aquí.