Durante la Segunda Guerra Mundial, Joy Lofthouse, de Cirencester (Reino Unido), fue una de las 164 mujeres que fueron pilotos del Air Transport Auxiliary.
Ella transportaba aviones desde sus fábricas a bases aéreas de todo el Reino Unido y Europa, ayudando a mantener el esfuerzo de la guerra en marcha. A estas valientes ‘Attagirls‘ se les daba sólo media hora de instrucción con los aviones antes del despegue y, como resultado, una de cada seis se convertían en víctimas.
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La semana pasada, le dieron a Joy la oportunidad de regresar a los cielos en su aeronave favorita – el Spitfire – y su cara lo dice todo.
Puedes ver el vídeo del vuelo completo aquí:
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