Lo creas o no, hubo un tiempo en el que no teníamos mapas de Google para ayudarnos a movernos. Pero, ¿cómo sabía la gente dónde ir? ¿Y cómo sabían lo que encontrarían cuando llegasen allí?
Los nativos americanos resolvieron este problema hace cientos de años, y los restos de sus brillantes métodos se pueden ver todavía hoy en día. Sólo tienes que saber dónde buscar.
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Lo creas o no, hubo un tiempo en América del Norte, donde no había ninguna carretera. Ahí es donde entran en juego estos árboles especiales.
Antes de la colonización del continente por los europeos, los diferentes grupos de nativos americanos necesitaban saber cómo moverse sin usar carreteras.
Por lo tanto, se les ocurrió la idea de los «árboles marcadores».
Los árboles eran deliberadamente doblados y manipulados cuando eran árboles jóvenes con el fin de ayudarles a moverse por la tierra.
Con ellos marcaban las divisiones geográficas y los territorios de las diferentes tribus.
También marcaron muchas otras cosas, desde fuentes de agua hasta lugares de enterramiento.
También marcaron los puntos de cruce seguros a lo largo de los ríos.
Las formas pueden ser diferentes dependiendo de la tribu o de su significado.
Sin ningún tipo de señales de tráfico, éstos eran esenciales para los pueblos de América del Norte.
Por lo general, los árboles solían ser robles, arces y olmos.
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Con el tiempo, los colonos europeos adoptaron también los árboles marcadores.
Aquí hay un diagrama de cómo se doblaban los árboles jóvenes.
La próxima vez que estés dando un paseo en el bosque, mantén un ojo atento para ver estos árboles increíbles. No todos los días te llegas a encontrar cara a cara con un pedazo vivo de la historia.