Cuando tenía sólo dos años de edad, Ardi Rizal se hizo famoso en todo el mundo por una razón muy extraña e inquietante: una foto de él fumando un cigarrillo llegó a Internet, y la gente simplemente no podía creer lo que estaban viendo. Protestas en todo el mundo llevaron al gobierno de Indonesia a luchar contra la venta de cigarrillos a niños, y desde entonces Ardi Rizal ha dejado el hábito.
Sin embargo, este joven ha sustituido su hábito de fumar por otra cosa, y es igual de preocupante. En lugar de cigarrillos, parece que este niño es ahora adicto a la comida, y de acuerdo con un reciente documental sobre él, es un hábito que es igualmente difícil de romper.
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A continuación puedes ver las fotos más recientes de este pequeño niño. Él parece ser muy feliz – pero su estilo de vida puede que no sea lo mejor para él.
Este es Ardi Rizal, de la región de Sumatra de Indonesia.
Esta imagen de Ardi se difundió hace dos años, y no es difícil ver por qué.
La imaginería hizo que fuera bastante desconcertante de ver para nosotros.
Cuando las imágenes aparecieron por primera vez, parecía que no importaba lo que hacía, él estaba fumando.
Ahmad Naafi/AFP/Getty Images
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Uno tiene que preguntarse cómo adquirió el hábito.
Hemos escuchado como un niño tuvo su primera pistola de agua o un juguete, pero nunca cuándo fue su primer cigarrillo.
Su madre dijo que es algo que él recogió.
De hecho, en una entrevista, su madre admitió algo muy preocupante; cuando le quitaba el cigarrillo el pequeño se golpeaba la cabeza contra la pared en señal de protesta.
Los cigarrillos son altamente adictivos para los adultos.
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También plantea la cuestión de si Ardi tenía algún tipo de anomalía.
En el momento en que la historia se hizo viral, llegó a fumar hasta 40 cigarrillos al día.
Con el tiempo, se las arregló para conseguir que el hábito llegase a «sólo» cinco al día.
Ahmad Naafi/AFP/Getty Images
Ahora, el pequeño Ardi ha dejado el hábito de fumar.
Como se puede ver, está bastante grande para su edad.
Para dejar de fumar, lo llevaron a sesiones de terapia a la capital de Jakarta.
Tuvieron éxito al conseguir que renunciara a la adicción.
Pero por desgracia, es más difícil aplicar estas reglas a la alimentación.
La señora Rizal está ahora preocupada por el peso de su hijo, ya que pesa casi el doble de lo que un niño de su edad debería.
Es una lucha diaria, pero la familia está comprometida a trabajar juntos.
¿Qué opinas de la historia de este pequeño? ¡Cuéntanoslo!