Las siguiente fotos capturan la angustia de la caza furtiva en unos conmovedores y terribles momentos después de la muerte de la madre del mono.
ADVERTENCIA: Las fotos son gráficas y podrían resultarle molestas.
La semana pasada, una macaco rhesus madre fue asesinada a tiros por un cazador furtivo.
Sin darse cuenta de que su madre ya había muerto – o tal vez porque no quería decirle adiós – su pequeño bebé se aferró a su cuerpo sin vida, aferrándose a su piel, y acomodándose en ella para dormir.
Su mundo cambió en un abrir y cerrar de ojos. Pero incluso en la muerte, su madre era una fuente de consuelo y amor.
Por desgracia, este pequeño mono no es el único. Cada año, decenas de miles de animales son asesinados por cazadores furtivos para obtener su piel, la carne y otras partes del cuerpo. Muchas de ellas son madres, por lo que sus pequeños bebés suelen ser arrancados de las manos de sus madres y vendidos en el comercio de animales salvajes o exóticos.
Estos bebés son casi siempre destinados a tristes y cortas vidas en circos, zoológicos, laboratorios de investigación o como mascotas privadas.
Por suerte, el cazador furtivo que dejó huérfano a este mono fue sorprendido in fraganti por un guarda del Departamento de Parques Nacionales de Tailandia. El asesino fue detenido y este pequeño bebé será destinado a un centro de vida salvaje dirigido por el gobierno.
El grupo de rescate Wildlife Friends Foundation Thailand (WFFT) también se ha ofrecido a proporcionar apoyo económico y asistencia para complementar su cuidado.
Pero mientras que este pequeño bebé estará en mucho mejores manos que muchos de sus primos, todavía no sabe que no estará con quien debería estar: con su madre.
Para apoyar a esta huérfano y otros como él, puede hacer una donación a la organización WFFT aquí .