A principios de este año, Sallie Axl, modelo británica y concursante de Gran Hermano (Big Brother), sufrió trágicamente un aborto involuntario.
El aborto involuntario en sí mismo ya es algo desgarrador, pero el supuesto tratamiento en el hospital hizo que la terrible situación fuera mucho peor. Esta semana, compartió en Facebook la horrible noticia.
Ella escribío:
«Esta es la primera vez que he sido capaz de hablar de mi asqueroso calvario en el hospital St Mary de Manchester. Me llevaron al hospital 7 semanas antes y al final sufrí un aborto involuntario que hizo que perdiera a mi angelito«.
Sallie revela que el hospital no pudo sacar al niño de ella, causando una infección que hizo que perdiera el cuarenta por ciento de su sangre.
«Mis venas se colapsaron y me tuvieron que operar de emergencia«, escribe. «Nunca he estado tan asustada en mi vida.»
Sallie afirma que cuando se despertó estaba cubierta de sangre, dejando que «recordara el aborto involuntario».
¿Pero cuál es la parte más preocupante? Cuando ella finalmente fue dada de alta del hospital se le entregó una bolsa de plástico. La bolsa contenía una caja, en la que habían puesto a su hijo no nacido…
«¡¡Recibí a mi bebé muerto en el hospital de St Mary en una caja y una bolsa de plástico… !! Junto a otra bolsa de medicamentos y me enviaron de regreso a casa para llorar. Mi bebé muerto fue tratado por alguien como si hubiera entregado comida para llevar«.
Sallie dice que ella compartió su historia con la esperanza de que los hospitales se den cuenta y empiecen a modificar sus prácticas.
Por su parte, el hospital comunicó en Twitter:
«Hola Sallie, sentimos mucho lo de su pérdida. Por favor, hable directamente con el hospital«.
Pero para Sallie, ese tuit no era suficiente.
«Sólo quiero que las cosas sean mejores para otras personas«, dijo.