¡Parece el argumento de una película dramática, pero es una historia totalmente cierta!
Se trata de Bonsai, un precioso bulldog nacido en abril de 2015 con múltiples y raras deformidades. Nació en un criadero de Bulldog Inglés de Arkansas (EEUU), con toda una larga lista de complicaciones como resultado de una crianza irresponsable.
Este pobre cachorro nació con unas afecciones llamadas Síndrome de regresión caudal (agenesia sacra) y disgenesia sacrocaudal, probablemente en combinación con una variación de la espina bífida. Además, Bonsai nació como un «perrito morsa» (perrito de agua), lo que significa que estaba lleno de líquido, lo que se impedía su movilidad. Esto dio lugar a otra afección conocida como «Síndrome del nadador».
Básicamente, el cachorro nació con sólo la mitad de la columna vertebral, sin pelvis y con las patas contraídas de forma diminuta. Al no estar seguros de cómo abordar este extraño caso, sus rescatadores decidieron que una amputación bilateral de sus dos patas traseras sería lo mejor, ya que sólo le causaban dolor al pobre cachorro.
Esta es una radiografía del esqueleto que queda del perro después de la cirugía.
Aquí está pegado al sofá.
Buscando un masaje en la barriga…
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