Probablemente hay sólo un puñado de eventos en la vida de cualquier persona donde pueden recordar exactamente dónde estaban y qué estaban haciendo cuando llegaron las noticias. En el plano personal, la gente puede recordar vívidamente, incluso después de haber pasado décadas, el momento exacto de cuando se comprometieron o el nacimiento de sus hijos. Pero, a gran escala, hay eventos que nos unen a muchos de nosotros en conjunto por el impacto que hacen en todos nosotros. Para las personas que tienen edad suficiente para recordar, el asesinato del presidente Kennedy o los primeros pasos de Neil Armstrong en la Luna podrían ser momentos en los que el tiempo se detuvo.
Pero, ¿qué pasa con la historia más reciente? Para la mayoría de personas de todo el mundo mayores de 20 años, el 11 de septiembre es un día totalmente inolvidable. La noticia de que un avión se había estrellado contra el World Trade Center hizo que personas de todo el mundo, en casa, en el trabajo y en la escuela, inmediatamente buscaran la noticia en televisión. La incredulidad se convirtió en horror cuando muchos observaban cómo el segundo avión se estrellaba, en directo por la televisión. Las secuelas, capturadas con gran detalle por muchos canales de noticias de 24 horas, fue de una destrucción absoluta.
Cuando la mayoría de la gente se encontraba en completo estado de shock, sin comprender, los primeros en responder se pusieron en acción – incluyendo Bretagne.
Ese día, y durante muchos días después, bomberos, personal de servicio de emergencia, policías, trabajadores de la construcción, y perros de salvamento como Bretagne trabajaron sin descanso para salvar vidas y buscar a través de los restos.
Denise Corliss, cuidadora de Bretagne, fue enviada al lugar con el cachorro como parte de un equipo de Búsqueda y Rescate. Bretagne tenía sólo dos años de edad, pero había sido entrenada para eso desde que tenía ocho semanas de edad.
Después de los 10 días que pasó en el World Trade Center, Bretagne continuó trabajando con el Grupo de Trabajo de Texas 1, ayudando a los servicios de emergencia durante otros desastres, incluyendo los huracanes Katrina, Rita, e Ivan.
Después de más de ocho años como perro de búsqueda y rescate, Bretagne se retiró, pero continuó trabajando como embajadora de buena voluntad.
Bretagne dejó su huella en las escuelas, visitando a niños en sus aulas como parte de un programa de asistencia para la lectura. También trabajó con el departamento de bomberos local en Cypress, Texas.
Todas las personas que trabajaron cerca de Bretagne la describieron como «afectuosa con todos y ferozmente dedicada.» Esa dedicación para cualquier tarea hizo que ganara amor y respeto, incluso por parte de presidentes.
Durante su vida, Bretagne fue invitada a conocer a los Presidentes número 41 y número 43 de los Estados Unidos, George H. W. Bush y George W. Bush.
Un compañero de Bretagne dijo: «Si preguntas a cualquiera que la conociera o que entrenara con Bretagne, te dirán ‘¡Oh, ella me quiere!’. Ese es el tipo de perro que era … Siempre lista para un masaje en el vientre, o una golosina «. Definitivamente tuvo un gran impacto en los que la rodearon.
Ese amor generalizado, junto con su conocida condición de haber sido el último perro de rescate sobreviviente del 9/11, hizo que la gente estuviera dispuesta a hacer que la vida de Bretagne fuera tan feliz como ella lo hizo por los demás.
El canal BarkBox incluso hizo una fiesta de cumpleaños impresionante cuando cumplió 16 años.
Cuando Bretagne falleció recientemente, se le dio la despedida de un verdadero héroe. A pesar de que ella no está, sus heroicos esfuerzos mantendrán vivo su recuerdo en los años venideros.
