La vida del burro Bram tuvo un comienzo difícil. Fue maltratado y mal alimentado durante muchos años, hasta que un grupo de gente con buen corazón lo acogió y le dio un hogar lleno de amor en un santuario de burros en Holanda.
A pesar de vivir una vida mucho mejor en su nueva casa, en la que estaba cuidado, tenía cariño y atenciones, el cuerpo de Bram estaba demasiado débil para continuar. Debido a que sufría de graves problemas en las patas y en los pulmones, los voluntarios del santuario se tuvieron que enfrentar a la difícil decisión de sacrificarlo.
En el vídeo que se ha hecho viral y está dando la vuelta al mundo se puede observar como el personal del santuario está afligido y, lo que es más llamativo, aparecen al resto de burros del santuario y se acercan hasta su amigo para expresan su dolor. Es una escena altamente emotiva.
Incluso algún burro, con sus patas y movimientos, parece querer despertar a su amigo dormido, como diciendo: «Vamos hombre, levántate ya. Como broma está bien. ¡Pero no es divertida ya!»