Tener que llevar a una mascota al veterinario es lo peor. Es terrible para casi todos los involucrados. Su mascota tiene miedo y posiblemente está enferma, lo que hace que tengan una sobrecarga sensorial de cosas nuevas. Van a ver y oler a otros animales de muchos tipos, tanto si quieren como si no.
Pero incluso cogerlas para ir al veterinario es ya toda una molestia. Muchos animales son excelentes en el reconocimiento de patrones. Como cuando tu perro ve que vas hacia donde tienes su correa y se vuelve loco, o cuando tu gato oye el abrelatas y viene corriendo. De la misma manera, las mascotas a menudo parecen saber cuando tienen que ir al veterinario. Así que al final acabas persiguiendo a tu mascota por toda la casa tratando de conseguir meterla en el coche.
La cacatúa de este video es exactamente igual. Su nombre es Max y no le gustan los viajes al veterinario. Cuando Max se da cuenta de los signos reveladores de un inminente viaje en coche, corre para ocultarse debajo de un estante y luego tiene un berrinche legendario.
Durante la primera mitad del video, Max suena como si estuviera recitando un conjuro diseñado para rechazar la cámara. Vocaliza sonidos similares una y otra vez, presumiblemente tratando de sobrevivir a su dueño.
Después Max sale de debajo de la plataforma y cambia su tono por completo. Sus gritos son más agudos, se mueve y pisa con sus patas y camina de un lado a otro en señal de protesta. Al final todo fue en vano…
