Aquí en Viral Diario, hemos visto algunas casas extravagantes.
Después de todo, pasamos mucho tiempo describiendo lugares extraños y maravillosos que la gente elige para vivir, desde viviendas minúsculas hasta viviendas verdaderamente de vanguardia, como este castillo diminuto construido sobre una ladera en Washington.
Dicho esto, nunca habíamos visto antes una casa tan inusual como esta que vamos a ver. Eso es porque, a diferencia de la mayoría de las viviendas tradicionales, esta casa no tiene cuatro paredes y un techo; es más como una lata en el cielo. O, en este caso, en la tierra.
Así es, la casa en cuestión es… un avión.
Ya no te lleva a los cielos, pero la «casa avión«, situada en el bosque de Oregon, todavía disfruta de una vida activa y robusta, como hogar a tiempo parcial de un hombre llamado Bruce Campbell.
Ha pasado años transformando un antiguo avión de pasajeros Boeing 727-200 en una confortable y habitable casa, en mitad de los bosques de Oregón. Ahora, después de muchos años y mucho trabajo, es realmente un oasis en lo cotidiano.
¿Alguna vez vivirías aquí, o prefieres casas más tradicionales? ¡Háznoslo saber en los comentarios!
Bruce Campbell comenzó su labor a finales de 1990, pero no comenzó a trabajar en el avión en serio hasta 2000.
Compró el avión por 100.000 dólares, menos del precio de muchos hogares de hoy en día, con el sueño de convertir un avión, ya de por sí un vehículo seguro y cómodo, en un hogar permanente que aprovechara la belleza inherente y la utilidad de la nave.
Él mismo lo cuenta elocuentemente a littlethings: «Con un coste de cientos de millones cada uno, montamos nuestras mejores tecnologías, materiales, las ingenierías y artesanías más valiosas, en el interior de estructuras completamente magníficas, tan fuertes y protectoras como nuestra inteligencia colectiva puede concebir, usándolos brevemente, y luego, por lo general, los desmenuzamos«.
Publicado gracias a AirplaneHome.com.
El avión, cuando es capturado a través de una vista aérea, parece perdido, como un pájaro que vuela fuera de rumbo y que ha sido obligado a estar en el suelo de un campo.
Mirando más de cerca, se ve que el paisaje está bien cuidado, y de hecho, revela que está en un bosque denso, con un pequeño claro para la aeronave.
Ahora, casi 20 años después de que comenzara a trabajar en el proyecto, la nave abandonada representa un sueño que ha llegado a buen término.
Escondido entre los altos árboles de hoja perenne del bosque, el avión es como un espejismo totalmente inesperado.
Sin embargo, la percepción de una aeronave que se ha ido fuera de pista desaparece inmediatamente cuando las capacidades del vehículo se hacen evidentes.
En el interior de la nave, hay una acogedora y cómoda casa.
Despojado de la mayor parte de los asientos que incorpora cualquier línea aérea comercial, la nave se convierte en un lugar amplio y adaptable muy rápidamente.
Después de todo, se necesita una buena cantidad de espacio para transportar a los pasajeros, y queda mucho espacio una vez que se eliminan los asientos.
Dejó tan sólo unas pocas filas de asientos, para capturar la función original del avión y proporcionar una sala de estar con estilo.
En otros lugares, los asientos se han reemplazado con nuevo mobiliario que sería poco probable encontrar en el vuelo de una línea aérea.
Campbell vive en el avión aproximadamente 6 meses al año, el resto de su tiempo está en Japón, donde está trabajando en la creación de un segundo avión habitable.
Con esto en mente, el avión viene equipado con un cómodo sofá que se transforma fácilmente en una cama futón.
Un largo «pasillo» se extiende hasta el centro del avión, por lo que es accesible desde proa a popa.
A ambos lados de este camino están los pertrechos necesarios para el proyecto y el espacio habitable.
Los suministros de alimentos se mezclan con ropa colgada astutamente lo largo de las ventanas, mientras se apilan circuitos eléctricos esperando ser reutilizados.
Campbell es un ingeniero eléctrico retirado, y pone su considerable conocimiento para trabajar en su proyecto.
En varios puntos a lo largo de la cabina, las filas de asientos se fijan contra las paredes.
Su colocación estratégica sirven al avión como sofás, y ayudan a formar pequeñas áreas a lo largo del cuerpo de la nave.
Naturalmente, el avión también se completa con dos baños, que son completamente funcionales con agua corriente.
Aunque tradicionalmente los aviones no vienen equipados con bañera o ducha, ha incorporado una ducha para su avión-casa-de-sus-sueños – una conveniencia más a bordo de este espacio inusual.
Campbell también hace un uso completo de una cocina equipada con electricidad y pequeños electrodomésticos.
No hay estufa o lavavajillas a bordo, pero hay un microondas y otros aparatos eléctricos que asumen las responsabilidades de una cocina totalmente equipada.
Campbell invirtió recientemente en una pequeña unidad de lavadora-secadora de ropa.
Mientras tanto, el avión, aunque en tierra, aún conserva todos los mecanismos y el ordenado caos de la cabina del piloto.
Si bien este avión no está actualmente en condiciones de despegar, hay algo innegablemente atractivo en la idea de una casa que, de ser necesario, podría simplemente levantarse del suelo e irse a otra parte del mundo.
Esto, en parte, contribuye a la visión de Campbell; su avión es tanto un hogar y refugio, como un espacio seguro en caso de caos externo.
Es un lugar realmente fascinante, y no podemos esperar a ver el segundo proyecto, «Casa Avión 2.0», una vez que aterrize en tierra, por así decirlo…