El pasado año, una casa «nunca reformada» fue puesta bajo construcción por primera vez en 76 años. Cuando la pareja se trasladó definitivamente, los compradores estuvieron muy contentos de poder echar un vistazo dentro, pero a su vez, descubrieron una historia de amor como ninguna otra.
En 1938, Tom y Jean Cheetham se mudaron a su primera y única casa en Sydney, Australia. Allí, la inseparable y feliz pareja criaron a su familia hasta que – a la edad de 103 y 100, respectivamente – se mudaron a una casa de reposo como una de las parejas más ancianas de Australia.
Cuando los subastadores y compradores entraron en la casa, se sintieron como si estuvieran entrando en un túnel del tiempo. Los visitantes se vieron sorprendidos por el hecho de que la casa había estado sin tocar durante todos esos años. Estaba impecablemente limpia y ordenada, y todavía tenía su decoración y diseño original. Desde las alfombras y los distintos aparatos, hasta los más pequeños matices, la casa era una visión nostálgica del pasado.
Cuando se subastó el hogar, se vendió por 1.6 millones de dólares a una compradora anónima – mucho más que su precio de venta original, que los registros no revelaron. Los Cheethams tienen seis nietos, cuatro bisnietos, y cuatro tataranietos. La venta fue agridulce para todos los miembros de la familia de las tres generaciones.
A través de los años, Jean se hizo más frágil y Tom felizmente se hizo cargo del trabajo doméstico y la jardinería. De hecho, Tom todavía estaba cortando el césped hasta el momento en que se mudaron.
Echa un vistazo a las fotos de la fabulosa pareja y su «casa túnel del tiempo» a continuación …
En 1938, la pareja australiana Tom y Jean Cheetham se mudaron aquí, a su primer y único hogar. Allí permanecieron durante 76 años, criaron a toda una familia y crearon recuerdos duraderos.
A la izquierda: Los Cheethams, el día de su boda en 1938. A la derecha: Los Cheethams en su «hogar túnel del tiempo» justo antes de dejarlo en 2014.
Cuando subastadores y compradores entraron en la casa, se sintieron como si estuvieran entrando en un túnel del tiempo. La casa estaba completamente sin reformar y los agentes dijeron que las habitaciones estaban en su estado original.
El hijo de Tom y Jean dijo que sus padres pidieron un préstamo para pagar la hipoteca, y es probable que les llevara al menos 20 años pagarlo. No les importaba, porque les gustaba tanto.
Para el deleite de los visitantes nuevos, la cocina estaba todavía en su estado original. Una gran cantidad de residentes locales quería venir a explorar la casa, simplemente porque la familia Cheetham había vivido en ella durante tanto tiempo.
La casa era una de las pocas propiedades que no han sido renovadas en la zona, un área de gran demanda. ¡Yo personalmente no cambiaría nada!
Cuando se les preguntó si daban consejos de amor, Tom se limitó a decir que parece que a las parejas actuales no les gusta estar juntos. Cuando su esposa se hizo más débil, Tom se hizo cargo del trabajo doméstico y la jardinería. Juntos se trasladaron a una casa de retiro antes de finalmente salir de su amada casa.
La foto de la dulce y relajada pareja en su sofá es de tan sólo unas semanas antes de mudarse.
Los Cheethmas pusieron un garaje en la parte delantera de la casa y una pequeña terraza exterior.
La gente salió en masa a ver la subasta de la casa en 2014. Después de una sucesión rápida de 22 ofertas, la casa se vendió a una compradora anónima.
