Esta historia es verdaderamente un ejemplo de que no se debe subestimar a alguien que tiene una edad avanzada, ya que a menudo son más vivos de mente de lo que usted podría pensar.
Un viejo granjero tenía un estanque detrás de su gran granja. Alrededor del estanque había una zona con mesas de picnic, un campo de cricket, un campo de voleibol y algunos manzanos y melocotoneros.
El estanque estaba bien adaptado y construido para que en él se pudiera nadar y jugar.
Una noche, el granjero decidió bajar al estanque para verlo porque hacía tiempo que no lo revisaba. Se llevó consigo un gran cubo negro para traer frutas de los árboles. Mientras se acercaba al estanque oyó voces gritando y riendo. Cuando se acercó, se dio cuenta de que había un grupo de mujeres jóvenes que se bañan desnudas en el estanque. Se aclaró la garganta con la intención de que las mujeres se dieran cuenta de que él estaba allí, y ellas se fueron a la zona del estanque que era más profunda.