El oído humano es un órgano sensible y un lugar donde no se debe poner nada (aparentemente ni siquiera los típicos bastoncillos de algodón). Pero trate de decirle eso a los insectos y otras aterradoras criaturas que, por alguna razón, les encanta invadir el oído humano cuando nadie los quiere allí.
Grant Botti, un adolescente de 14 años de Arkansas, sufrió una dolorosa lección hace tan solo una semana…
Según la madre de Botti, el adolescente se quedó dormido la noche del lunes de forma normal. Sin embargo, durante la noche, la oreja de Grant le empezó a doler cada vez más y más. Durante la mañana del martes, Botti tenía un dolor insoportable.
Grant corrió escaleras abajo para decirle a su madre lo que estaba pasando. Mientras hablaba sentía que algo se movía dentro de su oído. Así que metió sus dedos y lo agarró. Lo que sacó fue un ciempiés de casi 10 centímetros de largo (foto de abajo)
La madre de Grant recogió la terrible criatura, la puso en una bolsa de plástico, y se fue con Grant al hospital.
Los doctores dijeron que nunca habían visto nada igual. La criatura causó abrasiones en su tímpano y en el conducto auditivo. Pero afortunadamente Grant no ha tenido ningún daño permanente. Nadie está muy seguro de dónde vino el ciempiés o cómo pudo entrar, pero Grant dijo que había estado nadando recientemente al aire libre.