Latricia Thomas recientemente perdió a su padre, que había estado enfermo durante casi 10 años. Durante sus últimos días, algo increíble sucedió; toda la familia fue bendecida con un milagro. No tiene que ser una persona religiosa para ser conmovido por su poderoso mensaje e imágenes.
Latricia compartió la experiencia durante el panegírico en el funeral de su padre. Ella también uso Facebook para describir lo que pasó, y ahora su historia se ha hecho viral con decenas de miles de reacciones a su post.
Prepárese para sentir escalofríos y emociones. Siga leyendo para averiguar el inesperado regalo otorgado a Latricia, su padre y su familia…
Cuando mi papá era cazador. Cada año, durante el primer fin de semana de la temporada de arco, podía se encontrado en un árbol al amanecer.
A medida que los años pasaron, él cambió su arma por una cámara y enseñó a sus hijos y nietos cómo disfrutar de la afición que amaba.
La semana pasada, dos días antes de morir, papá conoció a su ciervo. Era precioso, un «diez puntas», con seis puntas en un lado y cuatro en el otro. Él vino hasta la ventana donde papá estaba sentado en su sillón favorito y miró dentro, hasta que lo vio.
Unos minutos más tarde, estaba en el porche, literalmente empujaba para tratar de entrar. Papá se puso de pie, en una raro momento de energía de los días finales, abrió la puerta y le tendió la mano. Y ese ciervo, que nunca había visto antes, se relajó bajo su mano y dejo que mi papá lo acariciara. Un animal salvaje que, durante unos pocos minutos, fue tan dócil como si un perro se volviera un cachorro.
Mi papá lo miró, y él miró a papá y papá, simplemente dijo: «Estoy listo.»
Después de ocho años de lucha contra una enfermedad que no le dejaba en paz, él estaba listo.
Después de ver a tres hijos y nueve nietos venir a este mundo, él estaba listo.
Después de encontrarse cara a cara con un animal al que había esperado durante años, él estaba listo.
Papá volvió a sentarse en la silla, mientras yo, mi hermano y mi hermana salíamos a ver al ciervo. Él nos acarició a cada uno de nosotros, poniendo su cabeza sobre nuestros hombros y lamió nuestras caras. Durante todo ese tiempo, nunca se asustó.
Papá murió dos días más tarde, en la casa que había construido con sus propias manos y que había restaurado y que llamó «la Villa», mientras sus manos eran sostenidas por sus hijos y su amada compañera Nancy. Cuando llegó la enfermera del hospital, mencionó cuántos ciervos teníamos en la zona. Saqué las fotos del «ciervo de papá» para mostrarle nuestro increíble encuentro. Y cuando vio la primera foto dijo: «Acabo de ver a ese mismo ciervo caminar en círculo alrededor de esta casa.»
Había venido a casa, una vez más, a llevarse a papá. Es difícil describir lo que se siente al ser testigo de un milagro. Pero ver a mi papá, libre de temor, en los días en que le dijimos adiós, es algo por lo que yo siempre estaré agradecida.
El último viaje de papá en su motocicleta Gravey fue a Iowa, a la granja y campo de béisbol, donde la película Field of Dreams fue filmada. Creo que él sabía que iba a ser su último viaje por carretera. Él tomó la imagen que se ve en las tarjetas de oración de esta noche, entrando en el maíz que rodea los campos. En la película, el padre del personaje de Kevin Costner que vuelve a jugar béisbol con su hijo una vez más le pregunta: «¿Es esto el cielo?» Y su hijo responde: «Es Iowa.»
«¿Iowa?» Dice su padre: «Podría haber jurado que era el cielo.»
«¿Hay un cielo?» Su hijo le responde.
«Ah, sí», responde. «Es el lugar donde los sueños se hacen realidad.»
El cielo está en los dulces sueños de reuniones esperadas, los placenteros viajes por carretera, su energía infinita y esa sonrisa que ninguno de nosotros olvidará jamás.
Te quiero papá.