Es sorprendente ver lo que sucede cuando se toman cosas aparentemente normales del mundo que nos rodea y se ponen bajo un microscopio de alta potencia. De repente, ese mundo de cosas que damos por «normales» parece ajeno a ti, tal vez incluso parece un poco espeluznante. Echa un vistazo a estas cosas cotidianas vistas desde una perspectiva totalmente nueva, desde la perspectiva de un microscopio de alta potencia.
Sección transversal de un plátano.
Surco de un disco de vinilo.
Velcro.
Glóbulos rojos de la sangre.
Hilo dental (un poco usado).
El filamento del interior de una bombilla.
Cerdas de un cepillo.
Papel higiénico.
Una pata de mosca común.
Suturas médicas.
Cabello humano con las puntas abiertas.
Piel de una araña.
Copos de nieve, cada uno de ellos es único.
Granos de sal y pimienta.
Sal (con cierto parecido a una pirámide maya).
Piojos.
Borde de un sello de correos.
Polen.
Lápiz de grafito.
Zumo de naranja.
Aguja e hilo.
Gránulos de café instantáneo.
Glándula sudorípara humana.
Pestañas humanas.
Cuerda de una guitarra.
Pata de un geco.
Camiseta de fútbol.
Pulga.
Polvo.
Chocolate.
Tiza.
Coágulo sanguineo.
Es especialmente alucinante pensar que muchas de estas cosas están alrededor de nosotros en este momento. Probablemente te cepillaste los dientes esta mañana, tomaste un poco de zumo de naranja, y sacudiste el polvo de tu camiseta de fútbol favorita. Sólo hay que pensar en lo que parecen cada una de esas cosas cuando se ven de cerca. ¡Y es que vivimos en un mundo más frío de lo que pensamos!
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