Durante 135 millones de años, los dinosaurios fueron indiscutiblemente los seres predominantes de la Tierra, y todavía podrían ser hoy en día si no hubieran sido exterminados (la mayoría de ellos) por un cataclismo ocurrido hace 65 millones de años. Sin embargo, nuestro planeta es más viejo que todo eso y la naturaleza siempre se las ha arreglado para producir auténticos monstruos de pesadilla. Pensar que los dinosaurios fueron los únicos seres capaces de infundir miedo en nuestro pasado prehistórico es un error. Aquí está la prueba de ello.
1. Gorgonópsido
La Tierra estaba llena de monstruos que daban miedo antes de que aparecieran los dinosaurios. Un buen ejemplo era el Gorgonópsido, un animal que vivió hace 260 millones de años, mucho antes de que los dinosaurios se convirtieran en los depredadores dominantes. Los Gorgonópsidos medían entre 2 y 3 metros de largo y eran depredadores muy rápidos. También ayudaron a los Gorgonópsidos los enormes colmillos que tenían, que casi sobresalían por encima de su mandíbula inferior.
2. Megalodon
No se puede hacer una lista con antiguos «monstruos» sin mencionar el megalodon. Durante los últimos años, este gigante de las especies de tiburones extintos se ha convertido en uno de los más reconocidos depredadores prehistóricos, tal vez sólo superado por el famoso T.rex. Con diferencia, este es la mayor especie de tiburón que han existido nunca, se cree que el megalodon podrían haber sido similar al gran tiburón blanco moderno. Sin embargo, mientras que un gran tiburón blanco puede llegar a tener 6 metros de largo y más de 3 toneladas, el megalodon podría haber superado las estimaciones del 18 metros de largo y podía pesaar hasta 50 toneladas.
El Megalodon fue el depredador dominante de su época, y se extinguió hace «solo» unos 2,6 millones de años. Eso significa que a menudo interactuaba con animales que todavía viven hoy en día, como las tortugas marinas gigantes, marsopas y ballenas grandes.
3. Phorusrhacidae
Su nombre científico no es particularmente intimidante, por no hablar de lo difícil que es de recordar, así que vamos a referimos a estas grandes aves carnivoras (no voladoras), por su nombre coloquial: «aves del terror». Medían de tres a diez metros de largo, podían correr a velocidades de 48 kilómetros por hora y tenían un pico curvo gigante como el de un águila. El único pariente vivo del «ave del terror» es la chuña, un ave de menos de un metro de altura que es tan peligrosa como una mariposa.
Sin embargo no subestime al ave del terror, vivió en toda América del Sur y fue un depredador que vivió 60 millones de años. Se extinguió casi al mismo tiempo del megalodon, hace unos 2,5 millones de años.
4. Titanoboa
Si la película Anaconda le aterrorizaba (y no por la actuación de J.Lo), es posible que desee olvidarse de esta criatura. En pocas palabras, Titanoboa es la serpiente más grande que jamás haya existido. Creció hasta los 12 metros de largo y podía pesar más de una tonelada. Para que nos hagamos una idea, eso es casi el peso de una jirafa adulta. Titanoboa apareció justo después de que los dinosaurios se extinguieran.
5. Megatherium
Un perezoso no es exactamente lo primero que le vendrá a la mente al pensar en monstruos terribles. Pero el megaterio era como un perezoso moderno gigante. Se comportaban como un perezoso, parecía un oso y era del tamaño de un elefante. Aunque a diferencia de un elefante, el megaterio también tenía garras gigantes y podía sostenerse sobre sus patas traseras para aparecer más grande. A diferencia de los demás animales de esta lista, hay una gran posibilidad de que los seres humanos interactuasesn con este monstruo, el megaterio se extinguió hace tan sólo 10.000 años.
6. Quetzalcoatlus
Vamos a disipar rápidamente un mito: a pesar de ser presentado en cada película y documental de dinosaurios, el pterodáctilo no era un dinosaurio. Era un pterosaurio, considerado como un orden completamente diferente de los dinosaurios. Pero el pterodáctilo no era lo más peligroso en los cielos. Ese honor le corresponde al Quetzalcoatlus, el animal más grande que nunca voló. El problema es que, debido a los pobres registros fósiles, no sabemos exactamente lo grande que era. Las estimaciones modernas situan su envergadura en alrededor de 10 metros, mientras que las anteriores estimaciones le daban más tamaño (más de 18 metros). El peso es aún más difícil de saber, pero los científicos creen que pesaban entre 200 y 250 kilos.
7. Thalattoarchon
El Thalattoarchon es el nuevo «monstruo» de esta lista, pues fue descubierto hace unos años y oficialmente clasificado como un género en 2013. Se trataba de un ictiosaurio, otro grupo de animales erróneamente considerado dinosaurios. El Thalattoarchon era un reptil marino que medía alrededor de 8 metros de largo, considerado un super predador cuyas grandes mandíbulas les permitía cazar presas casi tan grandes como ellos.
8. Mosasaurus
Los Mosasaurios tampoco eran dinosaurios. Al igual que los ictiosaurios, eran reptiles marinos. Tenían casi 18 metros de largo, el Mosasaurus fue el mayor de todos los reptiles marinos. De hecho, fue uno de los animales más peligrosas que merodeaban las aguas a lo largo de todo el período Cretácico. Parecía un cocodrilo enorme (especialmente por su cabeza) pero equipado con aletas, lo que le permitía una mejor movilidad en el agua.
9. Sarcosuchus
A este animal se le conoce familiarmente como el «Super Croc», lo que da una idea de a que se parecía. Aunque técnicamente no es un cocodrilo, el Sarcosuchus en realidad era su pariente lejano. Su principal diferencia era el tamaño. El Sarcosuchus podía medir casi 12 metros de largo, dos veces más que el actual cocodrilo de agua salada, el cocodrilo más grande que tenemos hoy. Pesaba alrededor de 8 toneladas, lo que significa que podía atacar casi cualquier cosa que se encontraba. El Sarcosuchus vivió junto a los dinosaurios (que a menudo se convertían en su almuerzo).
10. Liopleurodon
El último de esta lista es el plesiosaurio. En realidad eran reptiles marinos que aparecieron y desaparecieron casi al mismo tiempo que los dinosaurios, por lo que la confusión popular es comprensible. Si había un plesiosaurio que se necesita tener en cuenta este es el Liopleurodon. Este reptil carnívoro tenía más de 6 metros de largo. Un cuarto de esa longitud pertenecía a su enorme cráneo, por supuesto, con una gran mandíbula y varias filas de dientes muy afilados.