Vives, te mueres y te pudres. Por lo menos, la mayoría de nosotros. Sin embargo, ha habido gente a lo largo de la historia, cuyos cuerpos se han negado obstinadamente a descomponerse como se esperaba. Estos cadáveres «incorruptibles» son a menudo los restos de gente que dicen que son santos o figuras veneradas. ¿Estos cuerpos son milagros, curiosidades científicas, o falsificaciones? Tenga en cuenta que las técnicas de embalsamamiento modernas sólo se remontan a la Guerra Civil Americana y por lo tanto no estaban disponibles antes de la década de 1860.
1. Santa Zita de Lucca
Santa Zita fue venerada durante su vida esencialmente por ser una señora muy agradable que gustaba a todo el mundo. Tras su muerte en el año 1272 creció a su alrededor una especie de culto. Más de 300 años después, su cuerpo fue exhumado y se encontró que no estaba deteriorado. ¿No lo cree? Puede ir a verlo usted mismo: Su cuerpo (que se secó y se momificó una vez que fue exhumado) todavía está en exhibición pública en la Basílica de San Frediano en Lucca, Italia. Su rostro no está perfecto después de la desecación, pero hay que admitir que la anciana se ve muy bien para alguien que tiene más de setecientos años.
2. Dashi-Dorzho Itigilov
Dashi-Dorzho Itigilov era un lama budista que procedía de Rusia. En 1927, cuando todavía está muy vivo, Itigilov pidió a su compañero lama que comenzara los ritos funerarios para él. Sentado en la posición de loto, murió durante la meditación. En su testamento, él decía específicamente que fuera enterrado exactamente como había muerto. Curiosamente, también pidió que su cuerpo fuera exhumado después de algunos años.
En 2002, el cuerpo de Itigilov fue descrito así: «tiene las condiciones de alguien que ha muerto hace 36 horas». Desde ese momento, su aspecto ha cambiado por la sal de la que estaba lleno, lo cual nos hace preguntarnos si el lama era tan incorruptible después de todo.
3. «La doncella»
Hace aproximadamente 500 años, una niña inca de 15 años de edad, fue llevada por las empinadas laderas de una montaña de Argentina. Un fuerte golpe en la cabeza la mató, y se quedó sentada con la ropa y los objetos ceremoniales como un sacrificio religioso. Las frías temperaturas y el aire seco con poco oxígeno de los Andes conservaron su cuerpo durante siglos hasta que fue descubierto en 1999. No sabemos cuál era su nombre real, pero su apodo moderno es «La Doncella».
4. Lady Xin Zhui (Lady Dai)
La señora Xin Zhui era la esposa de un noble chino durante la dinastía Han. Vivió un estilo de vida extravagante para su época y lugar, comía mucha carne y generalmente estaba sentada o descansando al no tener que trabajar. Murió, con obesidad mórbida, de un ataque al corazón en el año 163 antes de Cristo.
Cuando su cuerpo fue descubierto en 1971, su piel era todavía suave y sus miembros aún podían flexionar las articulaciones. Su preservación después de más de 2000 años sigue siendo un misterio. No está claro qué hizo que su cuerpo haya permanecido en este estado. No hay señales de embalsamamiento o santidad.
5. Santa Catalina Labouré
Santa Catalina Labouré notificó su primera visión de una aparición de la Virgen María en Francia en 1830. Sus cuentos se extendieron rápidamente por toda Francia y en todo el mundo, ya que miles de católicos comenzaron a usar medallones conmemorativos de sus visiones. Según su relato, ella puso sus manos en el regazo de María cuando la Virgen le habló en una capilla vacía.
Fue enterrada después de su muerte en 1876, y se mantuvo así hasta 1933, cuando su cuerpo fue exhumado como parte de su beatificación oficial. El examen concluyó que «el cuerpo se encuentra en perfecto estado de conservación, y sus articulaciones son todavía flexibles«. Hoy en día se puede visitar su cuerpo en París y se ve a Catalina Labouré justo como cuando estaba en vida, con una excepción: Las manos en oración que se ven son falsas. Las reales se cortaron y se almacenan por separado, en recuerdo de lo sucedido.