El tranquilo y pacífico Nero estaba pasando un agradable día de campo con su dueño, tan sólo tenía la preocupación de corretear un poco aquí y allá hasta que llegara la hora de regresar a comer y descansar. Pero entonces aparece un cuervo y el tranquilo día se convierte… en otra cosa.
Resulta absolutamente sorprendente el comportamiento de este astuto cuervo, pues muestra acciones que son más propias de un ser humano que de un simple pájaro. Se acerca con sigilo, disimula cuando cree que el perro lo mira, se pone justo detrás para que no lo vean… ¡Increíble!
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Al final el cuervo consigue gastarle una divertida broma al pobre chucho…