La persona que subió este vídeo a YouTube nos cuenta lo que pasaba con este cuervo: «Un cuervo salvaje estuvo encaramado a nuestra valla y graznó durante más de una hora. Fui a ver qué pasaba con él y vi que tenía cuatro púas de puerco espín clavadas en la zona de su cuello; tres cerca de su cara y una en su ala. Este video muestra a mi madre sacando esas puas del pobre cuervo. Es muy extraño que nos dejara llegar tan cerca y aún más que dejara a mi madre tirar de las púas. Después estuvo cerca durante todo el día y se fue al día siguiente. ¡Mucha suerte Wilfred (sí, así lo llamé)!«.
Es sabido por todos la gran inteligencia que tienen estas aves y nos preguntamos: ¿Aunque el cuervo parezca agresivo, no os parece que se puso allí porque sabía que esa era la única forma de librarse de esas puas? ¿Qué opinas?