Muchas veces oímos o leemos que tenemos que apreciar cada momento de nuestra vida, porque todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.
A Dana Vulin, 28 años, de Perth, Australia toda su vida le cambió por completo cuando sufrió unas horribles quemaduras de tercer grado en el 64% de su cuerpo, fue el resultado del ataque de una mujer que estaba celosa de que Dana hubiera hablado con su marido en una fiesta. Su atacante dijo a Dana que quería arruinar su «cara bonita».
Dana es una de esas personas increíbles que no permitió que la depresión y el miedo se hicieran fuertes en ella y continuó con la cabeza bien alta.
Tras numerosas cirugías reconstructivas, Dana finalmente ha sido capaz de quitarse la máscara con la que siempre iba en público y ha revelado su nuevo rostro. Dana no está preocupada por tener un aspecto diferente. Como dijo al Canal Siete Noche de Australia; «Espero que vean las cicatrices. Ahora son parte de mí«.
Su transformación es absolutamente increíble, pero es su belleza interior y la determinación por lo que tenemos más respeto.
La atacante de Dana se puso celosa cuando supo que Dana había hablado con su marido en la víspera de una fiesta de Año Nuevo. Dana aparece aquí (a la izquierda) antes del ataque.
La celosa esposa comenzó a pensar en una venganza, y mientras tanto, acosaba a Dana con amenazas telefónicas. Ella le llegó a decir: «Voy a arruinar tu carita bonita«.
Esta mujer, Natalie Dimitrovska, irrumpió en el apartamento de Dana bajo la influencia de drogas. Empapó a Dana en alcohol de quemar y le prendió fuego. Dana pudo oír su risa mientras corría al exterior.
Las quemaduras de tercer grado cubren el 64% del cuerpo de Dana. Incluso su madre llegó a decir que se había quedado completamente irreconocible.
Dana admitió que, antes del ataque, su vida giraba en torno a su apariencia. Estaba orgullosa de su aspecto.
Durante 30 meses, ya recuperada, se vio obligada a usar esta máscara, lo que la hizo sentirse «como nada y nadie».
Incluso apareció en el juicio con la máscara puesta al declarar. Afortunadamente, su agresora fue condenada a 17 años de cárcel.
Mientras luchaba para recuperarse de su ataque, Dana tuvo que enfrentarse a otra batalla: Un médico le informó que tenía cáncer de cuello uterino.
Dana se negó a darse por vencida. Se sometió a una cirugía que eliminó las células cancerosas y pronto estuvo libre de cáncer, aunque el choque del diagnóstico aún persistía.
Aún así, la máscara la perseguía. «Me hacía sentir como si no tuviera rostro. Esa es la mejor manera de describirlo«.
Finalmente, después de trabajar todos los días para recuperarse, Dana acordó aparecer en un programa de noticias de la televisión para quitarse su máscara y aparecer en una pasarela de moda.
Ella dijo: «Hubiera sido más fácil morir, pero nunca he tomado el camino fácil en nada… pero si alguien me pregunta cómo me siento con mi cuerpo le puedo decir que estoy muy orgullosa de el«.
Consciente de que su historia podría inspirar a otros a encontrar la positividad y la esperanza en medio de la adversidad, Dana se prepara para revelar su nuevo aspecto.
Cuando se quitó la máscara y mostró su nueva cara al mundo, ella dijo a todos que miraran más allá de su aspecto.
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Ella dijo: «Espero que vean la fuerza, el poder, la confianza, el amor propio, el coraje y la determinación«.
«Soy una persona fuerte, lo más importante que he aprendido con mi quemadura es que nunca voy a cambiar. Conozco y tengo confianza en la persona y mujer que soy«.
Dana es una prueba de que para sanar el exterior, también se debe curar el interior. Ahora puede empezar a tener una nueva vida.
