El año pasado, Mike Johnson se encontraba sin hogar, hambriento, y adicto a las drogas.
El Día de Acción de Gracias de 2014, no tenía un lugar a donde ir, así que acabó de casualidad en un desfile en Charlotte (EE.UU). Fue allí donde conoció a un niño pequeño que pronunció cuatro pequeñas palabras que cambiaron su vida.
«Señor, ¿no tiene casa?» El muchacho le dijo a Johnson, según WRAL News.
Entre un mar de gente, el niño logró ver a Johnson y le entregó una bolsa de comida.
«Tomé la bolsa y me dirigí hasta un centro de desintoxicación con ella porque él vio algo en mí que yo no veía en mí mismo«, dijo Johnson a WRAL. «Desde entonces he permanecido ‘limpio’.»
Antes del gesto amable del niño, éste hombre de 52 años de edad nunca había estado de verdad tan sobrio.
Ahora, él forma parte de un programa de recuperación en Promise Recovery Network, donde realiza cortes de pelo gratis todos los viernes.
Johnson incluso tiene su propio apartamento y va a la escuela. Él dice que conocer a ese chico no fue una coincidencia, fue una intervención divina.
«Fue una verdadera bendición, Dios me envió a un ángel.»
El hombre, da gran parte del crédito de su éxito a un niño que apenas conoce, y quiere saber su nombre.
«Estoy cansado de decir ‘este chico», porque no sé su nombre«, dice. «Sería divertido saber si es el pequeño Billy o el pequeño Stephen.»
Johnson dice que el niño es de piel blanca, probablemente tiene entre 8 y 10 años de edad y estaba tirando de un carro con su hermana y su madre en aquel momento.
«Sólo un simple ‘gracias’ sería suficiente para mí, para hacerle saber que sus acciones no fueron en vano.»
Esperamos que alguien que conoce al niño lea o escuche esta historia y ambos se puedan reunir en algún momento.