En 2013, Heather sufrió una pesadilla que ningún padre debería tener que soportar. Su hijo, Lucas, tenía sólo siete meses cuando murió bajo la supervisión de una niñera. No quería que otra madre tuviera que pasar por el dolor de perder a un hijo si podía evitarlo, así que Heather tomó una decisión rápida y desinteresada; donó los órganos de Lucas a otras tres personas que los necesitaban.
Uno de esos receptores, cuya vida fue salvada por Lucas, fue una niña de cuatro años llamada Jordan que había estado años viviendo en el interior de un hospital por un defecto congénito del corazón. El vídeo que podemos ver a continuación es una reunión cargada de emoción, Heather se encuentra con la pequeña Jordan y su familia. Gracias a un estetoscopio en el pecho de Jordan, Heather es capaz de oír latir el corazón de Lucas de nuevo. Además Jordan también lleva un peluche que contiene una grabación del corazón de Lucas.
De acuerdo con Donate Life, por desgracia y sólo en Estados Unidos, un promedio de 21 personas mueren cada día debido a que los órganos que necesitaban no son donados a tiempo.
Este momento cargado de emoción es simplemente inolvidable. Conoce la historia detrás de estas dos familias, y por favor, COMPARTE este momento increíble con tus amigos en Facebook.