Un grupo de buzos hizo un descubrimiento inquietante mientras exploraban cerca de la remota isla de Kokoya, en Indonesia.
Allí, atrapados dentro de jaulas en el suelo marino poco profundo, había dos dugongos – unos raros mamíferos marinos estrechamente relacionados con los manatíes.
Uno de los buzos, Delon Lim, dijo al medio The Dodo que los animales, también conocidos como «vacas marinas», que parecían ser una madre y su cría, estaban en jaulas separadas. Mientras que el dugongo joven eran mantenido sin ataduras, el adulto estaba atadado por una cuerda envuelta alrededor de su cola.
La pareja había sido capturada por un pescador local, al parecer, para sacar provecho de los turistas.
«Él pescador pedía dinero a quien quería ver a los dugongos y hacerse una foto con ellos«, dijo Delon Lim.
Aunque no está claro de cuánto tiempo estuvieron cautivos los dugongos, Delon sospecha que llevaban atrapados varias semanas.
«Parece que sí«, dijo. «Las cuerdas están gastadas y desgarradas. Las cicatrices y la herida de la cola son muy profundas. Ha tenido que ser muy doloroso.»
A los buzos se les permitió entrar en la jaula con el dugongo adulto, realizar fotos y un video de su terrible e inimaginable experiencia.
No querían que los animales siguieran sufriendo en ese triste estado, así que los buzos trataron de convencer a sus captores para que los liberasen, informándoles de que los dugongos son una especie protegida y vulnerables a la extinción.
«Al salir de la isla, el pescador accedió a liberarlos«, dijo Delon Lim. «Pero como no estábamos todos tan convencidos de que lo hiciera, publiqué un video en un medio de comunicación social«. Los otros buceadores en principio dieron por buena la liberación.
En cuestión de horas, Delon Lim fue contactado por autoridades locales de vida salvaje solicitando la ubicación de las jaulas. Al día siguiente, los oficiales descendieron hasta el lugar y encontraron que los animales seguían atrapados.
Este es el momento en que finalmente fueron puestos en libertad.
Los Dugongos, al igual que sus homólogos manatíes, se consideran amenazados por la actividad humana, aunque una captura como esta no se cree que sea común. Hay otros animales, sin embargo, que son puestos en condiciones deplorables de manera similar por el bien del turismo.