En la actualidad todo el mundo sabe que la comida rápida no es precisamente la opción más saludable. Las personas que basan su dieta en la comida para llevar: hamburguesas, patatas fritas y refrescos, tienen un riesgo mucho mayor de tener sobrepeso y desarrollar diabetes o una enfermedad del corazón.
Científicos de la Universidad de Nottingham querían tener una visión más cercana de lo que sucede cuando se digiere una hamburguesa de comida rápida, por lo que tomaron una Cheesburger típica de McDonald’s y la empaparon en ácido clorhídrico durante tres horas y media.
Filmaron el experimento y lo publicaron en Youtube y hasta ahora ha sido visto más de 16 millones de veces. Si eres un fan de la comida rápida, es posible que no desees ver esto:
El ácido clorhídrico se encuentra en el estómago humano y contribuye en gran medida a la digestión de todo lo que comemos. Con un nivel de pH de entre 1 y 1.5 (lo que es muy ácido), el ácido clorhídrico es lo suficientemente fuerte como para descomponer los alimentos y matar a la mayoría de las bacterias antes de que nos puedan hacer ningún daño. Si no fuera por la capa mucosa protectora, ¡nuestros estómagos se digererían a ellos mismos!
Los científicos se sorprendieron al ver que, incluso después de tres horas y media, la hamburguesa no se había disuelto completamente. En su lugar se encontraron con un pegote negro muy desagradable.
Normalmente se tarda de 24 a 72 horas en digerir los alimentos, pero ese tiempo depende del tipo de alimento. Una ensalada de frutas, por ejemplo, se puede digerir en tan sólo 30 minutos, mientras que un Big Mac puede tardar hasta tres días en estar completamente disuelto. Esto tiene mucho que ver con el hecho de que las hamburguesas están llenas de grasas no saturadas comúnmente conocidas como «grasas trans«. Por otra parte, las frutas y verduras son mucho más fáciles de digerir para el cuerpo.
Disfrutar de una hamburguesa de comida rápida de vez en cuando en realidad no tiene tanta importancia y no hay de qué preocuparse. Pero la mayor parte de su dieta debe estar compuesta por alimentos sanos y frescos como la carne magra, productos lácteos, pan de trigo integral, frutas y verduras. El hecho es que comer correctamente puede ayudar a prevenir muchas enfermedades e impedir que ganes un aumento de peso innecesario.
Al final tu cuerpo te lo agradecerá.