Las patatas al horno es una forma fácil de preparar una cena, ¿verdad? Clavas un tenedor en una patata unas cuantas veces, la metes al horno (¡o en el microondas, si eres impaciente!), y ya está. Es una de las cenas favoritas porque son casi infinitamente personalizables; algunas personas ponen mantequilla normal, otros prefieren ponerles crema agria, queso, bacon… las opciones no acaban. Sin embargo, todos ellas se cocinan de la misma forma. Bueno, Tonia, una genio de la cocina en The Gunny Sack, tiene un método completamente diferente para hacer lo que podrían ser las patatas al horno más perfectas conocidos por el hombre.
¡He aquí, flores de patata al horno!
Al igual que la famosa flor de cebolla al horno, esta patata se corta de tal manera que se abre como una flor. Tonia dijo que se inspiró en una receta que había hecho un mes antes: «Nos divertimos tanto con las flores de manzana al horno… que toda mi familia decidió que era necesario hacer algunas recetas más de flores a partir de otras ideas con algún producto que pudiera ser cortado de manera similar y nos decidimos por las patatas«.
Para empezar, sólo tienes que coger el número necesario de tus patatas favoritas y rebanar una capa delgada para hacer la parte superior plana.
Luego, utilizando un cuchillo pequeño, delgado y flexible, cortar anillos en el interior de la patata.
El número de anillos necesarios dependerá del tamaño de las patatas.
A continuación, da la vuelta a tu patata y hacer cortes alrededor de ella (ver foto).
Ten cuidado de dejar una pequeña área en el centro de la patata sin cortar; de lo contrario, tu patata simplemente se desmoronará.
Cuando se ha cortado alrededor de toda la patata, dale la vuelta y asegúrate de que has hecho los cortes lo suficientemente profundos.
También es importante asegurarse de que has hecho suficientes cortes. Si hay secciones que son notablemente más grandes que otras, es posible que se necesiten más cortes.
Ahora es el momento de poner las patatas sobre una bandeja para hornear y ponerles aceite de oliva y sal.
Echa aceite de oliva sobre las patatas hasta que estén cubiertas y luego espolvoréalas con un poco de sal por todas partes.
¡Tus patatas están listas para cocinarse!
¡Coloca las patatas en papel de aluminio y mételas en el horno! Hornea durante unos 30 minutos a 210 grados.
Después de 30 minutos en el horno, saca las patatas y pon un poco de aceite de oliva extra y espolvorea con un poco más de sal.
Ponlas de nuevo al horno durante otros 30 minutos. Cuando suene la alarma, saca tus patatas crujientes del horno y observa su maravilloso aspecto.
Pero, espera… que aún no hemos terminado.
Espolvorea un poco de queso en la parte superior y pon las patatas en el horno de nuevo.
Déjalas cocer durante cinco minutos más.
En sólo cinco minutos el queso se derretirá y se tostará a la perfección.
Una vez que todo el queso esté bien derretido y tostado, saca tus patatas del horno por última vez.
Por último, pon sobre ella lo que más te guste. Crema agria, bacon, brócoli, mantequilla o cualquier otra cosa… ¡las posibilidades son infinitas!
«¡Las patatas al horno son buenas de todas formas, pero cuando las cortas, las cubres con aceite y sal y pones sobre la parte superior queso y bacon, son deliciosas!«
Nunca se ha dicho algo más cierto.