Los animales nacen con instintos de supervivencia para soportar las inclemencias de la naturaleza. Algunas criaturas, sin embargo, tienen un enorme espíritu de lucha cuando se trata de querer vivir. Un gato fue empapado con cemento por unas personas muy crueles. Fue su fuerza de voluntad y un poco de suerte lo que le dio una segunda oportunidad en la vida.
Una mañana Faye Richards se dirigía a la puerta principal cuando notó un extraño bulto en frente de su casa.
«Al principio pensé que era una bola de cinta de embalar de color marrón que se había quedado ahí«, dice Faye.
¡Poco sabía Faye que estaba ante una gran sorpresa!
Echando un vistazo más de cerca al bulto hizo un descubrimiento horrible. Lo que estaba delante de ella era un gato cubierto de cemento de la cabeza a las patas. El felino estaba en agonía, la espalda y la cara se habían endurecido por el cemento, y ni siquiera podía abrir los ojos.
«Era su rostro y estaba absolutamente sólido«, recuerda Faye.
«No podía moverse. Maullaba mucho y tenía escalofríos. Estaba muy frío«, explica. Sorprendida y confundida, esta madre de dos niños recogió al gato, y comenzó a pensar en lo que tenía que hacer.
El gato aterrado no puso resistencia a Faye cuando ésta se acercó a él.
Parecía saber que esta extraña estaba tratando de ayudarlo. «Si tratas de recoger a cualquier gatos no te dejarán, pero pude tomarlo en brazos y abrazarlo, aunque nunca lo había visto en mi vida«, dice Faye.
Faye esperaba que el gato estuviera bien.
Faye, que también es dueña de tres gatos, sabía que el tiempo era vital. Necesitaba llevar al asustado gato al veterinario más cercano con prontitud.
El gato, más tarde llamado Grant, fue admitido inmediatamente en la veterinaria The Vet Bristol.
En el veterinario su pelaje fue eliminado por completo, ya que era imposible lavar el cemento del pelo. Había restos de cemento en los ojos, así, que los médicos tuvieron que quitárselo con cuidado.
El gato se quedo aliviado después de que la mayor parte del cemento se eliminara de su cuerpo. A pesar de que no estaba completamente fuera de peligro.
Adam Sheridan, el veterinario que trató a Grant, tenía otras preocupaciones en mente. Sheridan pestaba reocupado por la posibilidad de que el gato pudiera haber inhalado algo de polvo de cemento. «Si lo hubiera hecho estaría realmente en problemas«.
Por suerte para Grant, no hubo daño respiratorio.
Sorprendentemente, no hubo complicaciones de salud duraderas a consecuencia del episodio de cemento. Salvo algunas contusiones y cortes menores, Grant estaba en buen estado.
La recuperaciónva absolutamente bien, pero por desgracia sus anteriores dueños no pueden ser rastreados.
A pesar de que muchas personas afirmaron ser los verdaderos dueños de este gato milagroso, curiosamente, ninguno de ellos tenía ninguna foto o documento de propiedad para sostener sus alegaciones. Parece que la gente estaba más interesada en conseguir cobertura mediática que en ser dueño de este increíble animal.
Por ahora, Grant va a vivir con el veterinario Sheridan, el salvador de su vida. Sheridan espera que el gatito se convierta en un miembro permanente de su familia. Es decir, sólo si se lleva bien con Lady Hissingtons, la mascota de Sheridon.